El hundimiento en la zona Centro de la Ciudad de México ha afectado a la Catedral Metropolitana, lo que ha provocado una deformación en su estructura de acuerdo con el investigador Roberto Sánchez.
El investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM explicó que desde la construcción del edificio en 1573, la obra presentó dificultades debido al suelo blando.
Tras años de diagnósticos, se identificaron las causas fundamentales que aceleraron la inmersión del inmueble, como la extracción de agua del subsuelo para abastecer a la población, las obras del Metro, y los cimientos prehispánicos.
Sin embargo el hundimiento es desigual, desde el altar mayor hasta la torre de lado poniente el hundimiento llegó a ser de 2.4 metros respecto al nivel del suelo lo, que provocó una fuerte inclinación de la estructura hacia el sur-poniente.
¨Si observamos la Catedral de frente se percibe su declive hacia la izquierda¨, expusó el ingeniero.
UN PROCESO DE RESCATE
La técnica de subexcavación resultó ser la más adecuada para reducir los hundimientos. Este proceso consiste en perforar cavidades de tres metros de diámetro a una profundidad de 20 metros en las zonas contrarias a las hundidas.
De estas cavidades se extrae arcilla creando pequeños túneles que, después de unos días, colapsan por el efecto del hundimiento nivelando de a poco al edificio. El experto señaló que han dado seguimiento a este proceso mediante un sistema de monitoreo para evitar que el edificio sufriera daños durante su corrección.
Para evitar que esta técnica fuera sólo un procedimiento correctivo y que el hundimiento continuara a la misma velocidad, se decidió inyectar en el subsuelo de las zonas de mayor descenso una mezcla de agua, arena, cal y cemento (mortero) para hacerlo menos deformable y endurecerlo, como se hizo en el Palacio de Bellas Artes.