Hace unas semanas, en este espacio platicábamos sobre la necesidad y el impacto inicial que debe tener la Reforma Política del Distrito Federal, reforma que el PAN comenzó a impulsar desde 2001 y que debe ser una realidad este mismo año.
Decíamos que es tiempo de ser tratados como cualquier otro estado del país, con justicia fiscal para que si aquí se recauda un peso, se nos devuelva un peso, no 70 centavos como ocurre actualmente, para que las delegaciones que son el órgano que se hace cargo de los servicios básicos como alumbrado, bacheo, reparación de banquetas, mantener la red básica de abasto de agua, cuenten con más recursos y no sólo con el 17 por ciento del presupuesto del DF que es totalmente insuficiente.
En un lenguaje sencillo, la Reforma Política del DF nos permitirá tener una Constitución Política propia dándonos derechos plenos a los capitalinos, recuperará los “municipios libres” que perdimos en 1928 y que hará posible una mejor rendición de cuentas porque habrá cabildos electos con representación de distintos partidos que estarán fiscalizando a los presidentes municipales, evitando lo que ocurre hoy en día que a los delegados los vemos sólo en campaña y nunca más sabemos de ellos ni les podemos pedir cuentas.
La Asamblea Legislativa dejará de ser un órgano inconcluso para -por fin- ser un Congreso Local que participe en la aprobación de las reformas a la Constitución, proceso del que los capitalinos hemos estado marginados y no hemos sido escuchados como ocurrió recientemente con la Reforma Laboral o la Reforma Educativa.
Además queremos que tres temas sean considerados en la discusión: primero, el “Gobierno Electrónico”, si la Ciudad de México es la que tiene el mayor número de usuarios de Internet, el gobierno debe adaptarse y dar soluciones en línea para poner alto a las largas filas y a la corrupción, ampliando el número de trámites que se puedan hacer por computadora.
Segundo, tenemos que mejorar la seguridad y eso podría hacerse creando policías delegacionales, más cercanos para que conozcamos al policía que cuida nuestra calle; y tercero, la educación pública tiene que operar como en otros estados, que sean las autoridades locales las que se hagan cargo de invertir en las escuelas y amplíen las oportunidades para quienes quieran estudiar desde el nivel básico y por qué no pensar también hasta el nivel posgrado.
Estos ejes deben estar contemplados para lograr la ciudad que merecemos. ¡Anímate y opina! www.marianagomezdelcampo.mx
*Mariana Gómez del Campo es senadora, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe; Secretaria de la Comisión Especial para el Desarrollo Metropolitano y del Distrito Federal e integrante de las Comisiones de Derechos Humanos y Protección Civil.
(Mariana Gómez del Campo | MÁS POR MÁS )