El presidente del Instituto Electoral del DF (IEDF), Mario Velázquez, vivió la jornada del 7 de junio entre angustias por algunas broncas en el sistema de datos, honores a la bandera y un partido de futbol. Le preguntamos si ganó el candidato por el que votó y, además, ¿a dónde se escapa para comer pozole?
¿Con qué sabor se queda el Presidente del IEDF después de las elecciones?
Un muy buen sabor de boca, porque frente a tantos elementos negativos que se vislumbraban en el horizonte, hoy ya podemos decir que tuvimos una elección limpia en que la ciudadanía tomo la decisión que quiso. Aun y a pesar de esos señalamientos de que si el futbol (partido México-Brasil) distraería a los votantes, la gente salió a ejercer su voto. Aun y a pesar de algunas amenazas de grupos sociales (movilizaciones magisteriales), este proceso se llevó a cabo. Los votos contaron y se contaron bien.
¿Y a poco tú crees que el futbol y sus partidos distraen a los ciudadanos a la hora votar?
No, precisamente a nosotros no nos preocupaba. Para nosotros no era un factor de distracción, sino como un elemento (el partido) para que la gente recordara que las elecciones eran el mismo día, ya no en julio, sino en junio. Y creo que resultó.
¿En el IEDF van a discutir el chistecito de los famosos, incluido El Piojo Herrera, que promovieron el voto por el Verde en Twitter?
Si bien el ejercicio de los derechos a la libre expresión está garantizado en este país, debemos tener muy en cuenta que esto no puede llegar al abuso del derecho. No deben ocurrir esos extremos que se cometieron en el caso que describes. La norma prohíbe esas situaciones y vamos a reflexionar y a analizar ello, tal vez para abrir algún tipo de expediente de investigación, porque esas cuestiones en nada abonan a una jornada electoral como ésta.
Con cerca del 47% de participación, ¿estás orgulloso de los electores chilangos?
Siempre lo he estado. Desde hace 15 años que llevo trabajando en la materia, estoy convencido de que los chilangos somos responsables cívicamente y solidarios socialmente. Los chilangos siempre están a la altura.
¿En qué delegación vive el presidente del IEDF?
En la Cuauhtémoc, ahí voté, en el distrito 9.
¿Y ganó tu candidata o candidato a delegado?
(RISAS) Si me permites abstenerme, el voto es secreto, Nacho.
EL 7 DE JUNIO ANDUVO DEL TINGO AL TANGO
Salí de casa a las 5:30 de la mañana. A las siete rendimos honores a la bandera en el Instituo Electoral del Distrito Federal (IEDF). Iniciamos el Consejo General desde temprano, pendientes de la instalación de casillas. ¡Aunque sufrimos algunas angustias!, porque el sistema de seguimiento de la jornada estaba muy lento y tuvimos que tomar algunas acciones para mantener informados a los ciudadanos. Declaramos algunos recesos. Por la tarde, dimos resultados preliminares con el PREP. Y de ahí hasta las 4 de la mañana del 8 de junio.
O sea, andas molido….
Sí, andamos cansados por la intensidad y la adrenalina que provocan estos eventos.
GARNACHERÍA MUY ELECTORAL
¿A qué garnachería te vas a cargar pilas?
Aquí es Guerrero, donde se come un pozole y unas enchiladas con cecina que para qué te cuento. Muy cerca del IEDF.
EL ROPERO DE LOS RECUERDOS
¿Cómo te gustaría ser recordado?
Como un ciudadano que supo cumplir sus funciones con probidad y con apego a las normas.
DE NO SER POLÍTICO, ME HUBIERA GUSTADO SER…
En principio, mi vocación era la cibernética…
Ah, caray, ¿o sea que contigo no se nos ha caído el sistema? ¿O sí?
(RISAS) Esa está buena. No, lo único que hemos padecido, como te conté, es la lentitud al fluir los datos el día de la elección. Pero ya ves que dicen que más vale lento, pero seguro.
RICÓN FAVORITO EN LA CIUDAD
En mi oficina hay un rincón verde, con una sombra que es perfecta para reflexionar y pensar las cosas importantes.
ROLA PARA NO OLVIDAR EL DF
Me gusta mucho recordar ese primer disco que tuve de niño, que me dio mi padre y que es con la banda Chicago, y la rola se llama Si me dejas ahora.
¿Y a poco sabes cantar?
Claro, pero en un inglés muy improvisado.
ESPEJITO, ESPEJITO…
¿Esta mañana qué viste en el espejo?
La verdad es que nada, porque salí corriendo, porque el sueño me había vencido y había que estar por aquí muy temprano. Cuando me di cuenta, había que caminar y caminar para llegar a la oficina.
(NACHO LOZANO)