El Encuentro Nacional de Gobiernos Locales de Izquierda esperaba una cantidad de izquierdistas como para que el edificio de la Expo Reforma se levantara hacia la derecha, pero no fue así, ya que llegaron cerca de 90 presidentes municipales de los 378 que aglutina esta fuerza política en el país.
En el discurso de inauguración reconoció que sobran razones para estar divididos, pero que la obligación política y estratégica de los partidos de izquierda es representar a la gente que los respalda.
Poco tiempo después de su intervención, “por razones de agenda”, Ebrard salió de la Expo Reforma, aún sin escuchar las palabras del presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, puesto que pretende ocupar en las siguientes elecciones del partido.
El líder del partido mayoritario en la izquierda, agradeció las críticas que se hacen a su ala del poder “cada que cometemos un error se pone en el espectro de la vida pública como ejemplo del mal ejemplo. Y qué bueno que la gente sea más exigente con nosotros, porque una de nuestras banderas es la ética”.
La polémica y las declaraciones divisorias entre los asistentes no faltaron. La senadora perredista, Dolores Padierna, no titubeó al decir que entre más pronto saliera Zambrano del PRD, mucho mejor, ya que su liderazgo ha debilitado a la institución.
Los presidentes municipales de 28 estados del país permanecían, en su mayoría, sentados a sus mesas atendiendo las ponencias de delegados, asambleístas y dirigentes de los partidos participantes; unos más salieron a tomar el fresco y otros tantos a platicar y beber café.
Cerca de las 18 horas, en el fondo del salón de reuniones, una de las organizadoras del evento corrió a prevenir a los vendedores de mercancía pirata para que retiraran de las mesas sus dvds que vendían, a 20 pesos, títulos muy propios para la audiencia, como: ¿Quién es el Sr. López?, Malcom X o algunos del Che Guevara.
La razón de tal urgencia era que “no los fuera a ver” el jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, quien volvía de una reunión en Jalisco y se acercaba al presidio acompañado de Leticia Quezada, delegada en Magdalena Contreras y presidenta de la AALMAC (Asociación de Autoridades Locales de México).
Porfirio Muñoz Ledo fue uno de los invitados que también acompañó a Mancera. En su turno para hablar, el político de cepa dio su voto de confianza por que la izquierda mexicana salga adelante de esta transición que están pasando.
En su turno, Miguel Ángel Mancera recordó a uno de sus ex líderes de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, al hablar de su política que marcó las líneas de trabajo que actualmente siguen en la ciudad.
Habló también de la maduración política que hace falta en el Distrito Federal, que ya no quiere que lo llamen así, sino “Ciudad de México”, que tenga reconocimiento jurídico para participar en las propuestas constitucionales y, en eso, reconoció Mancera, sí le llevan ventaja los estados de la república.
Al lado del mandatario capitalino estuvieron los delegados Alejandro Fernández, de Cuauhtémoc, el más ovacionado de la noche; Jesús Valencia, de Iztapalapa, que asistió a su ponencia aunque le dolía la izquierda, la pierna, aclaró, y Sergio Palacios, de Azcapotzalco.
Algunos curiosos preguntaron por Mauricio Toledo, que desde hace unas días no se ha dejado ver en eventos oficiales del Gobierno del DF.
(CRISTINA SALMERON | MÁS POR MÁS)