Esta mañana, el Papa Francisco se trasladó de la Ciudad de México a San Cristóbal, Chiapas, en donde ofició una misa multitudinaria ante comunidades indígenas de etnias de todo el país e incluso de naciones centroamericanas.
El Papa condenó el despojo y contaminación a las tierras de los pueblos indígenas perpetrados por personas “mareadas por el poder, el dinero y las leyes del mercado”, instó a hacer un examen de conciencia y aprender a decir “¡Perdón!”.
“El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita”, clamó ante miles de indígenas de México y Centroamérica, quienes abarrotaron los campos del Centro Deportivo Municipal de esta ciudad.
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Luego de celebrar la misa, el Papa se retiró a bordo del papamóvil para ser trasladado a la Curia Episcopal de esta diócesis, ahí comió con representantes de comunidades indígenas.
Tras un momento de oración frente a la tumba del obispo Samuel Ruiz García y un breve mensaje dentro de la Catedral, el Papa Francisco abordó el vehículo que lo llevó al campo donde ya lo espera un helicóptero para llevarlo a Tuxtla Gutiérrez.
Posteriormente, el pontífice ingresó al estadio de futbol Víctor Manuel Reyna para participar en un encuentro con familas.
Ahí, Francisco indicó: “prefiero una familia herida, que trata de conjugar cada día el amor”, a una familia “en una sociedad enferma”.
Agradeció a las personas que dieron su testimonio en el encuentro, y por haber “abierto las puertas de sus casas, las puertas de sus vidas, nos han permitido estar en sus mesas”.
Agradeció a las familias chiapanecas que compartieron “el pan de las alegrías, de las esperanzas, de los sueños, frente a las amarguras, la desilusión y las caídas”.
Al concluir la reunión, el pontífice se trasladó al aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez para regresar a la Ciudad de México.
(Información: Notimex / Foto: Cuartoscuro)
