Lxs habitantes de las periferias de la ciudad resienten la falta de servicios como agua, drenaje o electricidad
Por Alberto Rivera y Eridani Palestino
Las y los habitantes de las 16 alcaldías de la Ciudad de México viven la metrópoli de una forma totalmente diferente. Es una realidad que servicios básicos como luz, agua, drenaje o la cercanía a fuentes de trabajo no están distribuidos de la misma manera entre las zonas céntricas y las periferias.
De acuerdo con el documento Un Diagnóstico de la desigualdad socio territorial 2020, del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social de la Ciudad de México, en los territorios urbanizados se concentran las actividades económicas con mayor nivel de capitalización y las entidades públicas y privadas prestadoras de servicios.
Mientras en el resto persisten carencias como la ausencia o deficiencia en vivienda, infraestructura, alumbrado, mantenimiento de vialidades y desarrollo de sistemas de transporte público, por mencionar algunos. A esto se suman las variables asociadas con la desigualdad socioeconómica, en particular el ingreso.
Estos factores, anota, contribuyen al desarrollo de “dos ciudades” al interior de la metrópoli, así como al desplazamiento de la población de bajos ingresos desde el centro de la urbe a las zonas de la periferia, donde el costo de la residencia (por renta o precio de la vivienda y por servicios) es más reducido.
El estudio sostiene que la densidad de la población en las colonias del centro pasó de 206 habitantes por hectárea en 1980 a 137 en 2010. Y aumentó en las alcaldías del suroriente, de 57 habitantes por hectárea a 123, tendencia que responde a la localización de la población con mayores y menores ingresos en la ciudad.
En el centro, poniente y sur de la capital (Benito Juárez, Cuauhtémoc, Coyoacán y Miguel Hidalgo) se concentra la población de más altos ingresos, la cual cuenta con los mejores equipamientos de salud, educación, cultura y recreación, además de gozar de mayor calidad de servicios de agua, drenaje, electrificación y transporte.
En contraste, en el norte, y sobre todo en el oriente de la ciudad (Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa, Xochimilco y Tláhuac), se localizan los niveles más críticos en la dotación y calidad de servicios, al igual que mayores carencias de equipamiento.
¿Y cómo es la vivienda?
El consejo refiere que si bien 10 de cada 100 viviendas de la CDMX no tienen toma de agua, esta carencia es cuatro veces más probable en Milpa Alta, tres veces más en Xochimilco y dos veces más en Tlalpan y Tláhuac.
En cuanto a la habitabilidad de los hogares, la probabilidad de vivir en condiciones precarias [es decir, la falta de materiales en paredes, techos y pisos] afecta a 13,872 casas en zonas de las periferias. La mayor parte se encuentran en Xochimilco (2,877), Tlalpan (2,127), Magdalena Contreras (1,664) e Iztapalapa (1,562).
De acuerdo con el documento, las diferencias locales entre los tiempos de desplazamiento al trabajo ponen en evidencia las desigualdades en las condiciones de vida de lxs capitalinxs, en este caso relacionadas con el lugar de residencia.
La odisea de llegar al trabajo
Aproximadamente el 40% de lxs trabajadorxs que viven en Milpa Alta, y el 41% de quienes viven en Tláhuac, deben dedicar diariamente más de dos horas para llegar a sus centros de trabajo y regresar a casa, mientras que en las alcaldías Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Benito Juárez este porcentaje es 9%.
“Es importante recordar que la mayor duración del tiempo de traslado entre la casa y el trabajo está asociada con el desgaste físico que implica el transporte, así como con el ingreso que es necesario destinar para el pago de pasajes o combustible”, señala.
En este punto destaca que en las alcaldías con mejores condiciones de acceso a opciones de movilidad colectiva, el número de autos registrados supera al número de residentes. En 2017, Miguel Hidalgo y Benito Juárez contabilizaron 1,273 y 1,069 vehículos por cada 1,000 habitantes, respectivamente.
Por otro lado, refiere que una parte de la población trabajadora en Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta y Magdalena Contreras debe asumir costos elevados (económicos y de tiempo) para llegar al trabajo, sobre todo por parte de quienes residen en las colonias periféricas de estas alcaldías.
Reivindicar las periferias
Para el actual gobierno de la CDMX, la atención a las periferias es prioridad para cerrar las brechas de desigualdad económica, territorial y de género.
En su mensaje por los 100 días de su administración, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, se comprometió a priorizar las necesidades de las alcaldías más marginadas de la capital, entre ellas Iztapalapa, Milpa Alta y Tláhuac. “Hay que reconocer que esta ciudad tiene una deuda histórica con las periferias, así que llegó el momento de comenzar a saldar esas deudas”, afirmó.
La mandataria añadió que “las periferias están en el centro de las preocupaciones y ocupaciones del Gobierno de la ciudad, para que las zonas más alejadas de la ciudad central dejen de estar en el olvido y den un salto a la movilidad, salud, agua potable, seguridad y servicios públicos… se acabó la ciudad centralista”.
El Consejo de Evaluación del Desarrollo Social de la CDMX registró que Cuauhtémoc, Iztapalapa y GAM concentran 209 de las 541 unidades médicas de primer nivel que hay en la capital, mientras que en Iztacalco, Cuajimalpa, Milpa Alta y Magdalena Contreras sólo hay 5
- 3,827 viviendas no cuentan con excusado, sanitario, pozo u hoyo, de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del INEGI
- 9.2 millones de personas viven en la CDMX, siendo Iztapalapa y Gustavo A. Madero las alcaldías más pobladas