El uso de plantas medicinales continúa practicándose de manera cotidiana en la Ciudad de México, de acuerdo con un estudio de Arturo Argueta Villamar, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con una investigación de campo realizada entre 2009 y 2011 en coordinación con Carlos Zolla Luque, presenta mil monografías sobre plantas de uso tradicional recopiladas en el libro Plantas medicinales de uso tradicional en la Ciudad de México, aborda los procesos de atención, curación y la relación médico-paciente.
“Hay una cantidad enorme de médicos tradicionales en esta ciudad, vigente en las delegaciones Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Tlalpan, las zonas del Ajusco y en 320 mercados fijos, así como en los tianguis temporales, en donde siempre hay uno y hasta cinco puestos de venta de plantas medicinales”, dijo el investigador a la Agencia Conacyt.
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Las plantas con fines medicinales se utilizan desde hace más de 600 años, lo que implica una tradición cultural arraigada que confía en esos recursos para atender ciertos padecimientos.
“Una buena cantidad de la población de colonias como Del Valle, San Ángel, Mixcoac, están acudiendo cada vez más a la medicina tradicional, es decir, esta medicina está ganando adeptos en personas que hace una, dos o tres generaciones ya no acudían a ella para atenderse”, aseguró Argueta.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de la medicina tradicional sigue estando muy extendido en los países en vías de desarrollo como México, que legalizó la medicina tradicional, prevista en el artículo 2 de la Constitución, así como en la Ley Federal de Salud.
Las plantas medicinales más utilizadas en la Ciudad de México, de acuerdo con la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM, son:
- Cempasúchil o flor de muerto, que atiende padecimientos digestivos: dolor de estómago, diarrea, “empacho”, cólicos, afecciones hepáticas, vómitos, bilis, indigestión y parásitos.
- Epazote de zorrillo: también usado para el dolor de estómago, diarrea, además de ser usado como desparasitante, así como enfermedades respiratorias como tos, pulmonía, gripa, dolor de espalda, pecho y escalofríos.
- Cuachalalate: utilizado para tratar úlceras, cáncer de estómago, gastritis y lesiones cutáneas.
- Estafiate: trata el dolor de estómago, como retortijones, cólicos, gastritis y colitis.
- Árnica: usada para lavar heridas, dolor de huesos, espalda, brazos o cintura.
(Información: Conacyt/ Foto: Cuartoscuro/Archivo)