Fotografía cortesía
La Generación Z y la Generación Alpha, los jóvenes adultos nacidos entre 1998 y 2009 y los nacidos a partir de 2010, respectivamente, son destinatarios clave de la publicidad digital. Plataformas como Youtube y TikTok se erigen como los medios preferidos para transmitir contenido de moda y belleza, a menudo liderado por influencers y figuras de las redes sociales.
No obstante, la autenticidad se erige como un valor creciente. Vídeos como “prepárate conmigo” o “un día en mi vida” fomentan la confianza, la intimidad y la conexión. Así, los consumidores conectan con contenidos que reflejen sus valores y perspectivas compartidas.
La moda, en constante evolución, refleja los ideales y sueños de cada generación. La sostenibilidad y las prácticas éticas cobran impulso, materializándose en tendencias como el “do-it-yourself” y el “up-cycling”. En respuesta, las marcas deben ser transparentes en sus prácticas comerciales, contrarrestando la moda desechable. La adopción del lujo silencioso, prendas atemporales y sin logos llamativos, señala este cambio.
El mensaje actual aboga por la sostenibilidad, la autoexpresión, la inclusión, el empoderamiento y la desafiante redefinición de normas sociales. Se anima a adoptar identidades únicas, tomar decisiones conscientes y usar la moda para impulsar un cambio positivo.
“Las marcas aprovechan a los influencers en redes sociales, YouTube, juegos en línea y apps para conectarse con las audiencias jóvenes. Contenido generado por usuarios y la personalización fomentan la lealtad”, afirma Pamela McKillop, profesora de EAE Business School.
No obstante, la autenticidad es esencial, apunta McKillop. La tendencia de “de-influencing”, que desafía la influencia constante en redes, gana terreno. Esta autenticidad se vincula con la inclusividad en todos los aspectos, desde identidad sexual hasta positividad corporal, buscando representación.
La sostenibilidad cobra vital importancia en campañas publicitarias de moda y belleza. Los jóvenes valoran la transparencia y el cuidado ambiental. Tras la pandemia, las compras en línea son esenciales; las asociaciones y colaboraciones fomentan la comunidad y la conciencia.
La diversión y la sorpresa son claves en campañas para nuevas generaciones. Ejemplo es la ilusión óptica en los videos virales de Maybelline. Juegos y programas interactivos en línea captan a consumidores jóvenes.
En síntesis, la publicidad de moda y belleza para nuevas generaciones debe ser personalizada, lujosa y auténtica, trascendiendo lo transaccional. Utilizar canales emergentes como juegos en línea y el metaverso, permitirá mantenerse a la vanguardia. La tecnología debe usarse de forma auténtica y atractiva para conectar emocionalmente con el consumidor.
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