Línea 12: nulo mantenimiento y baja calidad

La Sociedad Mexicana de Ingenieros informó que las fallas de la Línea 12 del Metro se debieron a mala construcción, utilización de insumos de baja calidad, y nulo mantenimiento durante los meses de operación.

Tonatiuh Balanzario, presidente de la Sociedad Mexicana y perito especialista argumentó que de acuerdo a la información pública que ha dado a conocer el Gobierno del DF, hay problemas de vibraciones en los trenes, fisuras en los durmientes, placas sujetadoras rotas y fisuradas, pernos rotos, entre otros.

“La vibración de los trenes en la parte elevada se deben a que la base es mas rígida (de concreto) por ello la cama de balastro debe ser de un espesor mayor, para evitar el rebote de las ruedas por falta de amortiguamiento”.

Además de que la Ciudad de México, tiene asentamientos diferenciales del orden de 20 cm por año (hundimientos), lo que hace suponer que en año y medio se haya tenido un hundimiento diferencial de 30 cm, y por ello haya diferencias entre columnas que sostienen el tren elevado, dijo en conferencia de prensa.

“Por ello una vez que se colocaran las vías, se debería haber sacado una nivelación cuando menos cada mes, con la finalidad de verificar la horizontalidad de las vías y hacer las correcciones
necesarias de acuerdo a un programa de mantenimiento, acción que evidentemente no se realizó”.

Sobre el fisuramiento de los durmientes se puede deber a tres razones: La primera al golpeteo por desnivel de los rieles, al golpeteo por desgaste irregular de los rieles o por la mala calidad del concreto, que aceptó el responsable del Proyecto Metro, Enrique Horcasitas.

En cuanto al fisuramiento de las placas sujetadoras, dijo “es poco común que éstas se fisuren y fracturen, como se aprecia en las imágenes presentadas a los medios de comunicación. “Estas son planas y presentan indicios de haberse fabricado a mano perforadas con soplete. Este calentamiento provoca que la placa se cristalice y se fracture con facilidad, generalmente por el esfuerzo que reciben estas se fracturarían en forma paralela a las vías, sin embargo también por falta de rondanas, se fracturaron en diferentes direcciones”.

El especialista confirmó que existe corresponsabilidad que no se puede evadir, ya que hizo falta vigilancia en el control de calidad que repercutió en el incremento en los costos de construcción y el riesgo que se corrió por un posible descarrilamiento.

(GEOVANA ROYACELLI)