Clásico: vas por las calles de la Ciudad de México en bici o a pie, y no falta el automovilista que te ‘avienta’ el carro. Esta acción es una falta al Reglamento de Tránsito Metropolitano y podría ser sancionado por ella.
Si eres de los que ha caído en esta u otra falta, te dejamos 10 reglas básicas del Reglamento de Tránsito Metropolitano:
1. Al manejar siempre debes cargar con tu licencia o permiso vigente y portar la tarjeta de circulación del vehículo.
2. Cuando no existan señalamientos, la velocidad máxima es de 70 kilómetros por hora en vías primarias y de 40 kilómetros por hora, en vías secundarias.
3. El conductor y todos los pasajeros siempre deben usar el cinturón de seguridad. Si hay menores de 12 años o personas con alguna discapacidad, el auto debe contar con un elemento de retención pertinente, como una silla para auto.
4. Sólo puedes rebasar por el lado izquierdo y cuando rebases a ciclistas debe ser a un metro de separación lateral. No se te olvide utilizar las direccionales para marcar la
orientación de tu giro o cambio de carril.
5. Nunca invadas los pasos peatonales marcados en los cruces de las vías públicas, ni circules en reversa más de 50 metros.
6. Está prohibido subir o bajar personas en los carriles centrales y viajar con menores de 12 años en los asientos delanteros.
7. -No puedes dar vuelta en “U” en los corredores del Metrobús, a menos de que exista una señalización que te lo permita.
8.- Si el semáforo está en intermitentes color ámbar, tienes la preferencia sobre aquel que circule con el semáforo en rojo.
9.- Si vas en una vía primaria o en una glorieta, tienes la preferencia sobre aquel automovilista que quiera acceder a ella.
10.- Recuerda que la vuelta a la derecha es continua, pero tienes que hacerla con precaución, aún cuando el semáforo esté en rojo. Y la vuelta a la izquierda sólo es continua cuando la vía sólo sea de un sentido.
Todos los que incumplan con el reglamento pueden recibir multas que van desde los 349 pesos hasta los dos mil 798 pesos.
Para Xavier Treviño, director del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), los cursos de conducción y las licencias de manejo sujetas a exámenes ayudan a que los conductores tomen decisiones correctas. “Muchas veces los conductores no saben manejar, aprenden con su papá, quien tampoco sabía manejar, y es una cadena de mal manejo”.
La armonía entre peatones, ciclistas y conductores, para el especialista, se lograría con la creación de ciudades para peatones. “Hay dos argumentos, el primero es el diseño. Se deben proyectar ciudades en las que no puedas circular a más de 50 km/h en vías primarias y a más de 30 km/h en vías secundarias, en las que no puedas rebasar los límites, esto se resolvería con carriles más angostos y redes de giro más cerrados”.
El segundo argumento es que la aplicación de la ley influya en los conductores para que respeten el reglamento, ya que si no se sanciona a quienes violan la ley, no se fomenta al buen conductor.
“En esta ciudad cuando se sanciona es discrecionalmente. Puedes tener tu coche todo un año en la banqueta y un día llega un operativo de Seguridad Pública, sanciona, y la grúa se lleva tu coche. Ese operativo es un pésimo mensaje para la ciudadanía, se debe lograr que, cuando el conductor viole el reglamento esté seguro de que siempre será sancionado”, explica el directivo del ITDP, organización que promueve políticas de movilidad en varias ciudades del mundo.
¿LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS?
El artículo 1 del Reglamento de Tránsito Metropolitano dice que “la prioridad en el uso del espacio público siempre será para los peatones, en segundo lugar para los ciclistas, en tercero para los usuarios y prestadores del servicio de transporte, en cuarto para los usuarios de transporte particular automotor, y en quinto para los usuarios y prestadores del servicio de transporte de carga.
“Ciudades como Madrid, París y Barcelona son ejemplos de lo que se debe hacer en cuanto a políticas de seguridad vial, ya que han entendido que las bajas velocidades y la aplicación de la ley fomentan al buen conductor”, dice el especialista en políticas de transporte.
(Oscar Santillán)
