Estos establecimientos dan 10 millones de consultas al mes en todo el país, incluso a pacientes que cuentan con seguridad social
Por Josué Huerta
No es un secreto que la lentitud y la mala atención en los servicios de salud pública han impulsado la expansión de los consultorios adyacentes a farmacias. Para dimensionar su crecimiento, el último registro reportó 18,000 de ellos en todo el país, una cifra cercana a los 22,000 locales que tiene la cadena de tiendas Oxxo.
Estos negocios enfocados en la salud se han convertido en el primer recurso de millones de mexicanxs (y por supuesto de chilangxs) cuando se sienten mal, evitando, por $60 o menos, pagar consultas más caras en consultorios privados o soportar varias horas de espera antes de ser atendidos en su clínica del IMSS o el ISSSTE. Eso sin contar que dichas instituciones públicas a veces no cuentan con los medicamentos recetados.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) descubrió que los llamados consultorios adyacentes a farmacias (CAF) atienden al 11% de lxs derechohabientes del IMSS, al 11% de lxs del ISSSTE, al 24% de quienes no cuentan con seguridad social e incluso al 29% de las personas con seguro privado. Ante este panorama, surgen preguntas como: ¿los CAF son buenos o malos? ¿Deberíamos estar a favor o en contra de su existencia?
Aderyn Corona, quien fue gerente de una sucursal de una importante cadena de farmacias al sur de la Ciudad de México, considera a los CAF como aliados de la ciudadanía. En su experiencia, muchas personas acuden a ellos, primero por su cercanía con el hogar y luego porque, a diferencia de cualquier sistema de seguridad social, en los CAF no tienen que esperar hasta tres horas para ser atendidxs
Asegura que el personal médico de la farmacia donde laboró no está obligado a prescribir los medicamentos que la sucursal tenga en promoción, y mucho menos a inducir a lxs pacientes a comprarlos en ese lugar. En teoría, esto hace que su servicio a la comunidad sea más ético, aunque más adelante veremos que hay otras opiniones nada favorables al respecto.
“Si hubiera que decidir si los consultorios adyacentes a farmacias son buenos o malos, la verdad es que yo creo que son más buenos que malos, porque satisfacen la necesidad inmediata de salud que tenemos las personas”, opina Juan Carlos Castillo, experto en derecho humano a la salud y socio director de la firma CG&A Legal y Asuntos Públicos, durante una charla con + Chilango diario.
Considera que los CAF han demostrado ser eficaces, sobre todo por su cercanía con los hogares de la mayoría de lxs capitalinxs y mexicanxs en general.
Información en poder de los CAF
Para ilustrar aún más la creciente presencia de los consultorios adyacentes a farmacias en México, basta con señalar que entre 2013 y 2023 los CAF crecieron un 38%, pasando de 13,000 a 18,000 en todo el territorio nacional, ofreciendo un total de 10 millones de consultas al mes, una cifra que el IMSS o ISSSTE no pueden presumir.
Juan Carlos Castillo indica que una buena política pública sería que el Estado reconozca el impacto e importancia de estos establecimientos y fomente la colaboración entre el gobierno y las farmacéuticas, especialmente en el intercambio de información en materia de salud.
“Si hablamos de que los CAF dan 10 millones de consultas promedio al mes, imagínate todo lo que está deteniéndose o filtrándose a través de este tipo de consultorios. Es información sobre la salud de los mexicanos que el Estado no está viendo…
“Entonces, lo primero que se debería hacer es iniciar un proceso de intercambio de información. Recordemos que lo que no se mide, no sirve. Se deben establecer indicadores claros que permitan conocer cómo y a quién se está atendiendo en estos consultorios, generar expedientes clínicos adecuados y recopilar datos duros para entender hacia dónde evoluciona el perfil epidemiológico de los mexicanos. Sobre todo, debemos traducir esta información en una mejor prestación de los servicios de salud”, expone el experto. No obstante, un convenio entre el sector público y privado en esta materia parece aún lejano.
No todo es miel sobre hojuelas
Aunque no queda clara la postura del actual gobierno capitalino y federal respecto a los CAF, algunas voces en el pasado, como la del doctor Hugo López-Gatell, han enfatizado que estos consultorios deberían desaparecer por ofrecer un mal servicio, carecer de ética e incluso fomentar el abuso de antibióticos y esteroides.
“Cuando se analiza esto de manera puntual se puede ver que en realidad es un gran engaño. ¿En qué sentido? Los consultorios adyacentes a la farmacia no resuelven problemas de salud de mayor importancia, quizá resuelven una pequeña gripe, un dolor de cabeza, una diarrea…
“Las condiciones incluso laborales del personal médico son condiciones muy precarias. Hay todo un tema, incluso de justicia laboral o de cumplimiento de las leyes relativas a las condiciones laborales que podrían estar siendo violadas sistemáticamente en estos consultorios adyacentes a farmacias, son contrataciones eventuales”, denunció el 16 de agosto de 2022 el entonces subsecretario de Salud.
Aderyn Corona, la exgerente de sucursal de la cadena de farmacias, señala que, si bien esa compañía establece lineamientos para que tanto la empresa como sus médicxs actúen correctamente, la realidad es que sí existen malas prácticas. Entre ellas, menciona que algunxs doctorxs recetan medicamentos controlados sin las debidas medidas de seguridad o que lxs gerentes les “sugieren” prescribir fármacos que no se están vendiendo.
El tiempo dirá si algún día estos consultorios de farmacia colaborarán con el gobierno, pues, a fin de cuentas, nada podrá evitar que continúen con su expansión.

En diciembre de 2023, el Coneval recomendó establecer un régimen regulatorio que supervise y controle la expansión de estos servicios de salud para garantizar los mínimos requerimientos de calidad en la provisión de sus servicios
- En 1997 se instaló el primer consultorio adyacente a una farmacia en México; se ubicaba en la colonia Portales de la CDMX
- $17,000 es el sueldo base promedio de un médico general que trabaja en un consultorio adyacente a farmacia
- 38% crecieron estos establecimientos en una década, pasando de 13,000 a 18,000 en todo el país