Debido al aumento en el número de cremaciones de personas fallecidas en la Ciudad de México, el gobierno capitalino está en busca de nuevos proveedores regulados que brinden el servicio de incineración.
“Dado que existe una saturación en algunos prestadores de servicios (de cremación), e incluso con los del Gobierno del Distrito Federal, vemos la necesidad de incrementar la oferta”, dijo Flavio Martínez Zavala, director de legislación y trámites inmobiliarios de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales.
El funcionario comentó que actualmente 50 % de las personas fallecidas en la capital es incinerado y el otro 50 % es inhumado, es decir, enterrado en panteones.
Esto te interesa: Nuevas reglas para los cementerios del DF
Hace una década, 20% de los cuerpos era incinerado y 80%, inhumado.
La actual licitación, publicada en la Gaceta Oficial del DF, busca cumplir la Declaratoria de Necesidad que fue publicada desde 2008 por el entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.
Esta declaratoria expone que se requiere brindar hasta diez concesiones a cementerios para que realicen los servicios de cremación, ya que debido al “crecimiento de la población urbana y escasa reserva territorial, resulta útil y necesario el servicio público de cremación de cadáveres, restos humanos y restos humanos áridos”.
Desde ese entonces, siete de las diez concesiones fueron otorgadas al Cementerio Británico, al Panteón Español, Mausoleos del Ángel, Panteón Dolores, Panteón San Isidro, Panteón 20 de Noviembre y Panteón San Nicolás Tolentino.
Martínez Zavala, de la Consejería Jurídica, consideró que en la licitación actual se entregarán las tres concesiones restantes, lo que se sabrá hasta el próximo 16 de julio, cuando se dé el fallo.
“Cada día es más gente la que se crema, sobre todo en ciudades como el Distrito Federal, que son ciudades que evidentemente día con día tienen menos espacio en los panteones”, explicó Óscar Padilla, director comercial de las funerarias J. García López.
De acuerdo con Padilla, es importante que el gobierno lleve a cabo estas licitaciones, ya que con ello se busca abatir el mercado informal: “la idea es que los hornos crematorios que estén instalados, dentro de las mismas funerarias, cumplan las normativas”.
¿Enterrar o cremar?
Estudios realizados por la Consejería Jurídica y de Servicios Legales –dependencia encargada de regular las fosas en donde son enterrados los cadáveres humanos– indican que después de siete años de haber sido enterrado un cuerpo, este prácticamente desparece, por lo que es exhumado para ser incinerado. Esto sucede en las fosas temporales, ya que en las de perpetuidad permanecen los restos más tiempo.
“Resulta más práctico cremar un cadáver, que esperar todo este proceso destructivo que puede durar de 20 a 25 años”, expuso el director del Instituto de Ciencias Forenses, Felipe Takajashi.
(IGNACIO GÓMEZ)