Los Exóticos son artistas de la lucha libre, luchadorxs contra la discriminación y a favor de la diversidad
Por Ñoño Nogales*
Con más de 80 años de existencia, llamados el tercer bando, Los Exóticos son artistas de la lucha libre; hay quienes tienen orientación sexual o identidad de género disidente en este grupo y a todxs se les arropa. Esa unión ha hecho que haya menor temor a la discriminación. Cuando se suben al cuadrilátero no pelean por ser quienes son, sino simplemente son otrxs luchadorxs más que aman este espectáculo tan mexicano. Con maquillaje y mucha brillantina, luchan, eso sí, por romper estereotipos machistas.
Anteriormente, Los Exóticos eran personajes interpretados por luchadores heterosexuales, pero con la llegada de Rudy Reyna y Babe Sharon a finales de los años 70, se rompen paradigmas al ser de los primeros exóticos abiertamente homosexuales, percibiéndose más naturales al luchar y mostrarse. Reyna, conocido también como “La mamá de los exóticos” se ganó ese mote por apadrinar a principios de los 90 a luchadores abiertamente gays como May Flowers, Pimpinela Escarlata y posteriormente a Cassandro. Fueron estos últimos quienes revolucionaron este estilo con vestuario y maquillaje de tipo show travesti: plumas, batas, leotardos, medias y ademanes más femeninos.
La historia de Los Exóticos sigue viva, y para retratarla (literalmente) fuimos en busca de sus mejores poses, llaves, saltos y anécdotas.
Polvo de estrellas
“Inicié en la lucha libre por empezar a defenderme, porque todo mundo me pegaba. Empecé como aficionado. El Santo me dijo en mis inicios en Acapulco: ‘Vas a llegar a ser un luchador grande, sigue entrenando’. Debuté en 1982 por error, sin tener equipo profesional porque hizo falta un luchador y me dijeron: ponte un short y ahí una playera, y así descalzo porque no tenía botas. Total que hace falta un luchador y nadie quería subir. Lo más bonito que me ha dejado mi personaje es el reconocimiento de la gente”.
Nigma
“La lucha libre fue para mí algo que me gustó, que me llamó la atención hace muchísimos años. Yo iba cada ocho días a la Arena Apatlaco, donde anunciaban clases de lucha libre y empecé a entrenar ahí. Fue para mí algo diferente, yo empecé a luchar como Nigma con Vatos Locos, después (en la) Triple A me empezaron a mezclar con Los Exóticos y de ahí empezó mi boom como exótico”.
Diva Salvaje
“Incursioné en este deporte de la lucha libre por afición, ya que veía a muchos de mis ídolos en la televisión. Me llamaba mucho la atención y fue por eso que decidí entrenar y obviamente decidí estar en el bando de Los Exóticos. Yo creo que un luchador exótico se muestra tal cual es, con su vestuario y su maquillaje, eso es lo que nos caracteriza”.
Mamba
“Yo no quería ser luchador exótico porque me daba mucha pena, pero la que me convenció al final fue Diva Salvaje”, recuerda. Dentro del deber de un exótico está el aprender a maquillarse, a ponerse las medias: “Era lo que me daba algo de pena, pero con el tiempo ya me acostumbré. Tengo 19 años de luchador y como exótico debo tener 13, 14 años”.
Jessy Ventura
“Estoy muy feliz de estar en este hermoso deporte de la lucha libre, donde inicié desde que era muy chiquito; tenía como cinco años y mi mamá me llevaba a los eventos de lucha . De ahí nació el amor. Pero creo que me gustó mucho porque a pesar de que es un deporte muy rudo de muchos golpes lo amo demasiado y pues aquí estoy echándole muchas ganas. Soy del bando Exótico, el mejor bando de la lucha libre porque como siempre lo hemos dicho: Somos la sal y la pimienta de este deporte. Por nuestra algarabía, nuestras risas, todo lo que hacemos”.
El Demasiado
“Yo comencé en la lucha libre porque un chico me gustaba. Llevo 15 años de luchador, de los cuales 12 años son como Exótico. Creo que la gente me pedía que fuera exótico a pesar de que trataba de ser como un poco más heteronormado y al final tengo que complacer al público. Debo creerme que en la lucha libre nosotros le damos vida a un personaje pero en este caso fue al revés, el personaje me dió vida a mí, me sacó del closet en el que yo estaba atrapado”.
Bizhota
“He estado en varias arenas viendo lucha y desde los 15 años empecé a entrenar lucha básica para que un día se me diera la oportunidad como luchador profesional. Dejo ver un poco de mi rostro, dejo ver la parte de arriba dándole un toque femenino y adicional queda la incógnita de que no saben quién está detrás de esta máscara”.
Estrella Divina
“Ser de Los Exóticos fue como formar parte de una comunidad donde me sentí aceptada. Hasta donde yo tengo entendido somos 6 o 7 chicas trans en la lucha libre, somos muy poquitas aquí en México. En la lucha libre si hay más mujeres trans, incluso hay empresas como Impact Wrestling o AEW que en la categoría femenil ya tienen a mujeres trans trabajando y no las anuncian como un exótico, como un homosexual ni nada de eso. Creo que eso falta en México para que avance la cultura y el día de mañana, si no me toca a mí o a mis hermanas, pues las nuevas generaciones ya no pasen eso que yo pasé y ya no nos anuncien como un gay, como un exótico sino como una mujer más del cartel”.
Candela
“Desde tiempo atrás hemos existido mujeres que plantamos bandera sobre nuevas posibilidades de ser mujer. La gran jerarca y referente, que no solo marcó un antes y un después en la lucha libre sino un discurso más actual, fue Martha Villalobos (heredera de luchadoras con presencia fuerte, grande y ruda como Toña La Tapatía, Estela Molina, Marina Rey, Pantera Sureña, entre otras). Igualmente hay un gran referente para mí tanto luchísticamente y puedo empatizar con ella es La Metálica, una gran representante de nosotras las mujeres que amamos a otras mujeres. Si en mi vida personal no me gusta satisfacer el deseo masculino, por qué yo como luchadora lo iba a hacer ¿Por qué no ser el crush de las chicas?”.
*Texto adaptado para + Chilango