La fotografía de un rescatista que tenía en sus manos a un perro quemado bastó para que defensores de animales acudieran a la zona para salvar a otros seres desprotegidos. La sorpresa fue que al llegar eran los únicos atendiendo esta problemática.
Hojuelas sin miel
Para el director del albergue Pergatuzoo, Miguel Ángel Vargas, el auxilio de estos especialistas fue de gran ayuda pero deseó haber estado una hora antes para evitar otra tragedia. “Cuando acudimos se habían llevado entre 5 y 6 borregos con vida, pero fueron sacrificados”.
Aún así fueron capaces de salvar a varios. “Estamos atendiendo a un gallo, dos gallinas y dos perros. Hoy llegó un perro más. Uno tenía una lesión en el lomo y las vías urinarias, mientras que otro presentaba quemaduras en la cara”, relató Vargas en entrevista.
Mucho que hacer
En el sitio había tantos animales porque se encontraban varios chiqueros, los cuales estaban bien resguardados y todos los seres que habitaban en los corrales estaban perfectamente bien cuidados, y por eso les costó tanto trabajo dejar que se los llevaran.
El representante animalista indicó que todavía se requiere ayuda. En medio del desamparo y tras haber perdido su casa, aún hay un señor que se quiso quedar con sus perros y su conejo. Actualmente no tiene comida para alimentarlos.
Para pedir ayuda
La Brigada de Vigilancia Animal está integrada por 45 personas, que además de atender las delaciones de la población deben monitorear 60% del territorio del Distrito Federal que aún es área natural donde habitan miles de especies de animales.
Objetivo de la brigada
Controlar y rescatar a la fauna de la ciudad
Promover una cultura de respeto y atención hacia todos los seres vivos
Las denuncias con la brigada se realizan al número telefónico 52 08 98 98