No necesariamente las mayorías deben imponerse, según el perredista Manuel Granados, presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, pero que un grupo parlamentario en lugar de hacer política, presente 30 puntos de acuerdo, es inconcebible.
“Tenemos sesiones de 60 puntos… Yo creo que se deben agotar todos los mecanismos de diálogo y de comunicación con los diversos grupos parlamentarios”, respondió el legislador a las declaraciones que el también perredista, Agustín Torres, hizo a Más por Más en el sentido de que la mayoría perredista en la ALDF opera de manera mecánica e irracional y ha convertido al órgano en una defensoría del gobierno capitalino.
Granados dijo desconocer cuál es el mecanismo o percepción de Torres, al responder a las dos preguntas que alcanzó a contestar en los tres minutos que dedicó al tema –luego de destinar más de 20 al asunto de las drogas— y antes de abordar su coche afuera del recinto legislativo, dejando la conversación inconclusa por falta de tiempo.
Más por Más publicó este lunes que en al menos cinco ocasiones, la bancada perredista en la ALDF ha corregido votaciones para detener puntos de acuerdo que cuestionan a funcionarios o delegados de su partido. Dos de éstas han sido violatorias del reglamento interno del órgano legislativo, de acuerdo con especialistas consultados.
Al ser cuestionado al respecto, Granados se limitó a presumir la “productividad” de los legisladores:
“Al contrario, yo creo que en la parte democrática lo que hemos privilegiado aquí en la Asamblea es el consenso, el acuerdo entre todos los grupos parlamentarios. Lo seguiré fomentando yo”, apuntó.
Según él, el órgano legislativo es el que más consenso ha logrado, pues registra un 42 por ciento de productividad, con 67 dictámenes aprobados por acuerdo.
“Lo que se ha legislado en la Asamblea ha sido por consenso de todos los grupos parlamentarios”, añadió.
‘Confusión total’
Respecto a la votación específica del punto de acuerdo priista que pedía la renuncia de Maricela Contreras, delegada de Tlalpan, Granados dijo que se trató de una confusión.
Pero él mismo dio una explicación confusa respecto a lo ocurrido, pues aseguró que la confusión se dio en la votación para definir si el punto era de urgente y obvia resolución, pero la versión estenográfica de ese día prueba que esa votación ya estaba definida, por lo que después se discutió el asunto y el voto en el que los perredistas se equivocaron fue para la aprobación del punto de acuerdo, la cual repitieron al darse cuenta del error, a pesar de que ya había sido turnada.
“Hubo una distracción por parte de los compañeros, efectivamente, fue un error, una confusión total en el sentido de la votación. Hubo una confusión en relación al procedimiento; a eso se debió, no a otra cosa”, argumentó.
Por su falta de tiempo, Granados ya no alcanzó a opinar respecto a las afirmaciones de especialistas recabadas por Más por Más y la posibilidad de que exista un consejo de ética.
(Marcela Nochebuena)