Dentro de los cinco millones de personas que se transportan a diario en el Metro, algunos utilizan sus espacios para leer, escuchar música, divertirse con videojuegos, hablar por teléfono o para dormir, pero esas actividades se ven interrumpidas con los ruidos excesivos que generan estrés en el pasajero.
En la evaluación se hicieron 122 mediciones, los resultados indicaron que se exceden los parámetros de salud de la Norma Ambiental 005 que establece los máximos permisibles de emisiones sonoras, en donde si se exceden los 65 decibeles ya es molesto para el organismo.
Así, las estaciones más ruidosas resultaron ser Tacuba con 85.8 decibeles en hora pico, y Coyuya con 84 decibeles en hora no pico.
En contraste, la más silenciosa en hora pico fue Jamaica, de la Línea 4 con 62.3 decibeles, y Martín Carrera, de la Línea 6 con 67.7 decibeles.
Cazan ondas sonoras
Para poder detectar los puntos más escandalosos, las brigadas de investigadores midieron las cinco estaciones más concurridas de las Líneas 1, 2, 3, 9, A y B (las de mayor tránsito), también se incluyeron las tres más concurridas y las tres menos abordadas del resto de la Red.
Se tomaron en cuenta estaciones elevadas, superficiales y subterráneas pues todo influye: las que van arriba se libran un poco del ruido del tránsito, las superficiales las tienen al lado y las que van bajo tierra encierran las ondas sonoras.
La primera medición fue en “hora pico” de 7:00 a 9:00 horas, y la segunda en horario “no pico” de 10:30 a 12:00 horas.
En vagones y andenes
Curiosamente, cuando hay menos gente en el Metro, éste se torna más ruidoso.
Esto puede deberse a que al existir más gente en las estaciones, ésta sirve como cuerpo de absorción y atenúa el sonido.
Después del estudio, se concluyó que las líneas más ruidosas son la 8 y la 7.
Entre las más tranquilas estuvo la 4.
Algunas razones de estas variaciones son que la Línea 4 es muy poco concurrida, transporta más de 19 millones pasajeros al año.
La Línea 7 es la cuarta de mayor afluencia de gente, lleva a más de 113 millones que viajan en un recorrido subterráneo y es la que se encuentra a mayor profundidad.
Esto último la hace más ruidosa debido al efecto de amplificación de las ondas que rebotan en los túneles sin salir por las lumbreras.
En cuanto a los comerciantes ambulantes que andan por el Metro, se demostró que estos no produjeron una afectación directa en las mediciones llevadas a cabo en el andén, debido a que no hacen promoción de sus productos fuera de los vagones.
Otra curiosidad del estudio es que en horas pico, el ruido disminuye porque no hay tantos vagoneros como en horas normales, cuando pueden transitar con mayor libertad y sus gritos o música amplificada rebota en las paredes de los vagones.
Los sonidos del Metro
- -Bullicio de la gente
- -Audímetros que dan avisos
- -Música ambiental o televisiones
- -Ruido de los vagoneros
- -Rechinidos de las llantas y ruido del motor del tren
- -Abrir y cerrar de puertas
- -Los ecos que resuenan en el túnel
(CRISTINA SALMERÓN)
