Al frente de un contingente de más de diez mil maestros protestando en Paseo de la Reforma, el líder magisterial de la sección 22 de Oaxaca, Rubén Núñez, acepta que las afectaciones a vialidades han causado molestia en los capitalinos, pero advierte que la lucha no se puede detener.
“Ya hicimos varias declaraciones sobre eso, y nuestro llamado es al pueblo en general para que nos entiendan: las reformas no solamente afectan a los trabajadores de la educación, sino a todos los trabajadores y alumnos del país”, asegura el líder magisterial. Según Nuñez Jiménez, las protestas públicas pudieron evitarse si en el Congreso y el Gobierno Federal hubieran tomado en cuenta las propuestas sobre educación que la CNTE les hizo llegar en julio pasado, tras realizar 11 foros sobre las necesidades y retos del sector.
Respecto a la Ley de Servicio Docente, que establece los métodos de ingreso y permanencia de los docentes, el maestro oaxaqueño niega que la evaluación educativa impulsada por el gobierno federal sea el único factor que ha originado las protestas.
“Tenemos claro que debe haber una evaluación sistemática e integral, no una evaluación estandarizada, vertical y punitiva. Lo que nosotros pedimos es una verdadera evaluación a través de todos los agentes y factores que participan en el proceso educativo”, explica el líder sindical.
NO PARARÁN
En la misma marcha, Juan José Ortega, secretario general de la sección 18 de Michoacán, advierte que la CNTE seguirá, hasta nuevo aviso, con una estrategia de dos vías: negociación con autoridades y protestas callejeras. Ortega Madrigal considera que sólo así podrán presionar al gobierno para discutir a fondo la reforma educativa y sus leyes reglamentarias, y no sólo lo relativo a la evaluación de maestros.
“Dejan sólo la ley del servicio profesional docente a discusión como si fuera independiente de las otras, pero están articuladas, enlazadas y entre todas hacen la mal llamada reforma educativa”, asegura. El profesor michoacano afirma que es necesario integrar a la Secretarías de Educación, Gobernación y el Congreso en las mesas de trabajo para analizar “a fondo” el tema del rezago educativo nacional.
“Debemos poner en el centro cómo mejorar la educación para nuestros niños y estamos exigiendo que en la agenda se revise la educación como un derecho, el compromiso del Estado para aplicar los recursos suficientes para garantizar que la cobertura educativa de todos los mexicanos, y eso no se contempla en ninguna parte de la reforma”, dice Ortega.
Antes de dar por terminada la entrevista, el líder magisterial michoacano reitera que tanto el Gobierno Federal como los legisladores podrían contribuir al final de las marchas en el DF, mostrando disposición para reivindicar la reforma educativa. “Tienen que aceptar que las leyes las hacen los hombres y no son mandato divino. Que acepten que se puede corregir el contenido de las mismas, ese sería el primer acuerdo para suspender las movilizaciones”.
(Manuel LArios)
