Los invitaron a ser funcionarios de casilla, primero dijeron que sí, pero a la mera hora, 5 mil 663 ciudadanos no se presentaron para cumplir su responsabilidad como presidente, secretario o escrutador de casilla.
Los ciudadanos invitados por el órgano electoral que sí asistieron lo hicieron para cumplir con un “deber ciudadano” o por curiosidad. Fue el caso de Lizeth Juárez, de 39 años y con estudios de maestría, quien aceptó ser presidenta de casilla en la colonia Del Valle Norte, para “conocer internamente cómo es el proceso electoral”.
Concepción González Sarabia, de 56 años y maestra en ciencias químicas, aceptó porque es “un deber ciudadano”.
De los funcionarios que no se presentaron, cinco eran presidentes de casilla, 701 eran secretarios y 4 mil 957 escrutadores. En total, en la Ciudad de México se tenían registrados 113 mil ciudadanos como funcionarios de casilla.
Bien fuera por obligación o por compromiso ciudadano, 95% de los ciudadanos convocados acudió.
Por ejemplo, en la colonia Santa Cruz Atoyac, en Benito Juárez, José Manuel Sámano Martínez, de 34 años, cumplió con su labor para vivir “la experiencia y saber cómo es que se manejan las elecciones”.
A sus 57 años y con estudios de posgrado, Lucio Virgen Vargas dijo que participó por “obligación y compromiso ciudadano”.
“Es la primera vez y quería integrarme para saber de qué se trata y qué se debe de hacer. Me interesaba conocer el procedimiento”, dijo Sergio Velázquez, de 27 años.
También de 27 años, José Alberto Guzmán aceptó dedicar su día de descanso a la elecciones, en una casilla de la colonia Centro, en la Cuauhtémoc, para saciar su curiosidad y “ver el proceso de cerca”.