Si un automóvil emite altas concentraciones de contaminantes en la ciudad y éste es captado por un radar, entonces el sensor remoto tomará una fotografía de la placa para que las autoridades analicen las sanciones correspondientes.

De acuerdo con el director general de gestión de calidad del aire de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) Jorge Sarmiento, el próximo año podrían adquirir los sistemas, que tienen un precio estimado de 9 millones de pesos.

El Gobierno del Distrito Federal (GDF) cuenta actualmente con dos sensores remotos, que han sido utilizados como parte de un programa de investigación desde hace más de 13 años, pero que apenas serán parte de una política pública

La expectativa

El consultor internacional de Envirotest, Niranjan Vescio, consideró que podrían operar 15 unidades en la Ciudad de México, con las cuales permitirían obtener más de 12 millones de datos anuales sobre las emisiones de los vehículos.

La propuesta de Vescio es que el 20% de los automóviles que contaminen menos puedan evadir la siguiente verificación vehicular, considerando que habría más multas a los vehículos contaminantes al fortalecer la vigilancia ambiental.

No obstante, el gobierno capitalino aún no define cuántos sistemas podría adquirir, ya que incluso existe la posibilidad de que no sean comprados sino que la compañía se encargue de prestar el servicio para facilitar el mantenimiento.

Seguirán verificando

Por su parte, la titular de la Sedema, Tanya Müller, aclaró que la operación de estos sistemas en la capital del país no sustituirá al programa de Verificación Vehicular, sino que serán una herramienta para fortalecer las mediciones.

La regulación

Para complementar la estrategia, el Centro Mario Molina elaboró una propuesta de norma que podría aprobarse para el siguiente semestre en donde se establecen nuevos límites máximos permisibles de contaminación para circular en la ciudad.

Con la aplicación de la nueva norma se instrumentarían las reglas que regulen el funcionamiento de los sensores en la ciudad, así como las sanciones correspondientes a los vehículos que incumplan con la medida impuesta.

¿Cómo funcionan?

El dispositivo emite luces ultravioleta que permiten detectar las emisiones producidas a través de los escapes de los automóviles. Dependiendo la intensidad de la luz que se capte se puede determinar el nivel de contaminación.

La medición se realiza en 0.5 segundos. En este tiempo se calcula la acumulación de partículas suspendidas y de agentes nocivos, como el monóxido de carbono; mientras tanto toma una fotografía a la placa y se analiza la velocidad.

Dependiendo la velocidad y aceleración del vehículo se puede determinar si éste lleva una carga pesada o no, lo cual permitiría estudiar el nivel de contaminación que emite cuando el motor es forzado y cuando trabaja de forma normal.

(IGNACIO GÓMEZ)