La Asamblea Vecinal contra las Megaconstrucciones Tlalpan Coyoacán señaló que el partido inaugural del Mundial 2026 agotará las fuentes de suministro de agua
La Asamblea Vecinal contra las Megaconstrucciones Tlalpan Coyoacán protestó en la Secretaría de Medio Ambiente local, al considerar que el partido inaugural de la Copa Mundial de Futbol 2026, que se llevará a cabo en el Estadio Azteca, “agravará” la crisis de agua que se vive en la Ciudad de México.
“El mundial de fútbol debería contar con una infraestructura amplia y que no tiene, la cual garantice la llegada de miles de turistas a presenciar un partido inaugural; sin embargo, priorizar que hoteles y centros comerciales tengan acceso al agua, sobre las y los habitantes de la ciudad, es una condena de carácter humanitaria, pues, generará una sequía crítica que agotará las fuentes de suministro de los recursos hídricos”, señaló la asamblea en un comunicado previo.
Detalló que pese a que en recientes fechas se anunció la sede del partido inaugural del Mundial 2026, desde 2019 la empresa Televisa, dueña del Estadio Azteca, obtuvo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) una concesión para la extracción de 450 millones de metros cúbicos al año.
Según los vecinos, esta concesión “fue clave” para que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), autorizara la factibilidad de servicios hídricos a hoteles, oficinas, estacionamientos y un centro comercial en las inmediaciones del Azteca.
Por ello, la asamblea vecinal calificó de “inaceptable el proyecto Estadio Azteca”, pues forma parte de otros 13 megaproyectos con concesiones de agua que son utilizadas “para fines comerciales y mercantiles”, lo que, afirman, eleva la crisis de acceso a este líquido.
“Mientras a grandes centros comerciales se les garantiza el sustento del agua, colonias populares y pueblos originarios son obligados a reducir su consumo, sin importar que el uso que le dan es para actividades domésticas como lavar frutas, verduras y tener una higiene adecuada. con un doble discurso orientado a garantizar las ganancias de los grandes consorcios inmobiliarios y empresas como televisa se comete una discriminación económica que representa una violación al derecho humano al agua”.