En los últimos meses, han aparecido un par de iniciativas que tratan de resolver un nuevo dilema de un chilango: tener o no tener coche.
Si tienes coche, gozas de la ilusión de que eres libre de moverte de un lado a otro, pero bien consideradas las cosas, no sólo estás contribuyendo al calentamiento global, es caro, los autos se deprecian rápidamente y además estás condenado a pasar largas horas en el tráfico. Ahora bien, no tener coche es una joda. ¿Qué hacer?
Podrías optar por usar Carrot.mx: Se trata de un servicio de renta de autos por periodos cortos que funciona con una tarjeta parecida a la de la Ecobici. Te inscribes en su página web, te llega una llave electrónica a la dirección que indiques y puedes ir a recoger el auto que estará en estaciones distribuidas, por lo pronto, en un perímetro que incluye las delegaciones Benito Juárez, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo.
Tienen tres modelos de autos para escoger y las tarifas por hora son más baratas que, por ejemplo, si usaras un taxi por el mismo periodo de tiempo. Tiene una limitante seria: tienes que regresar el auto a la estación donde lo tomaste, y por eso, sólo puedes hacer viajes redondos. Ideal para ir al súper.
Otra fórmula en el horizonte es aventones.com. En Estados Unidos se llama car pooling. Se trata del sistema de coordinar personas que viven más o menos cerca y van a un destino parecido para que compartan el auto. Pero como en México somos desconfiadillos, aventones.com no es un sistema abierto, sino que está restringido a ciertas organizaciones gubernamentales o empresariales que se inscriben.
Es decir, sólo podrás viajar de la Doctores, digamos, a Santa Fe con gente de tu misma compañía. Según la página de Aventones.com, el Infonavit y Grupo Modelo ya son parte de este sistema. Recientemente, firmaron un acuerdo con el gobierno del Distrito Federal para ampliar el asunto a varias oficinas del gobierno local.
Ahora bien, siempre están el metro, el metrobús, el pesero, la ecobici y el trolebús y la bicitaxi: Carrot y Aventones se unen a este feliz concierto.
*Director de la revista Gatopardo y cronista de la ciudad. Fue director de la revista dF y compilador de los libros ¿En qué cabeza cabe? (Mapas, 2004) y Crónicas de otro planeta (Random House, 2008). Es egresado de la escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia y profesor de periodismo narrativo en la maestría de periodismo y asuntos públicos del CIDE.