El Metro de la Ciudad de México ocupa el octavo lugar en el mundo en movimiento de pasajeros, después del Metro de Pekín, Tokio, Seúl, Shanghai, Moscú, Cantón y Nueva York, destacó el director general de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles, Iker de Luisa Plazas, durante la semana de la Ingeniería del Transporte en la UNAM.
El experto indicó que la movilidad es una de las prioridades en las grandes metrópolis y para agilizarla es preciso lidiar con el aumento poblacional y vehicular, así como con el tránsito y la congestión; pero aseguró que para salvar esos problemas la mejor opción es el desplazamiento masivo mediante vehículos públicos.
Al impartir la conferencia “Panorama ferroviario en México”, el director general de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles explicó que la urbanización en las ciudades latinoamericanas es la mayor a nivel mundial.
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De 1995 a la fecha, la participación de trenes en el mercado de transporte terrestre del país —medido en toneladas/kilómetros— se incrementó de 18 a 25 por ciento, detalló.
En ese periodo los concesionarios invirtieron más de cinco mil millones de dólares en equipamiento e infraestructura, y debido a ello, hoy se tienen más de 20 mil kilómetros de vía principal, que se ha modernizado e incrementado su capacidad de operación.
“Hoy tenemos conectividad con nueve fronteras y 10 puertos, entre los que destacan Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Veracruz, Altamira y Tampico”, explicó el directivo.
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México se encuentra en el undécimo lugar del orbe en el renglón ferroviario, pues su densidad (km-ruta/millones de km2) es equiparable a los sistemas más grandes del planeta, además de que demás exhibe la mayor productividad (ton/km por máquina) de locomotoras no mineras en América Latina.
Iker de Luisa Plazas indicó que en la actualidad Estados Unidos dispone de una flota de un millón 316 mil 185 carros ferroviarios, en contraste con México que posee 30 mil 898, pero al contabilizar los que entran y salen, la cifra queda en 62 mil 783 carros ferroviarios.
“La velocidad de nuestros ferrocarriles y las demoras son comparables a las de la Unión Americana, incluso al contrastar los mismos tipos de trenes… El tiempo de ciclo de los vagones también es similar y los procedimientos fronterizos no son una gran barrera, las dificultades a menudo son el resultado de una mala gestión”, dijo el experto.
(Información: Notimex / Foto: Cuartoscuro)
