Ver una serie de televisión lo convirtió en uno de los más grandes físicos que tiene el DF. Se trata de Miguel Alcubierre Moya, otro gran científico nacido en la Ciudad de México, en 1964, y egresado de la máxima casa de estudios, específicamente de la Facultad de Ciencias.
En su adolescencia, Miguel decidió que se dedicaría a la Astronomía gracias al libro El reto de las estrellas, de Patrick Moore y David Hardy, que lo dejó cautivado con esa ciencia. También, durante esa época, leía textos de Isaac Asimov y actualmente le gusta leer libros de ciencia ficción.
Cuando estaba por terminar el bachillerato, preguntó qué necesitaba para ser astrónomo y la respuesta fue que primero tenía que ser físico. Para entonces la materia ya le llamaba la atención, así que no tuvo el mayor problema en ingresar a la Facultad de Ciencias.
Una vez en la carrera, se enamoró tanto de la Física que decidió dejar su idea de convertirse en astrónomo y dedicarse por completo a la teoría de la relatividad de Einstein. En 1990, viajó al Reino Unido para hacer un doctorado, y ahí comenzó su descubrimiento.
Una noche mientras veía junto con sus compañeros la serie de televisión Star Trek, tuvo la idea de desarrollar un modelo matemático para viajar más rápido que la luz, sin violar el principio físico que sostiene que nada puede superar la velocidad de la luz.
En dicha serie existía una nave llamada Enterprise, que era piloteada por el capitán Picard, y viajaba a velocidades inimaginables, para alcanzar los confines del universo. Fue entonces que surgió la famosa Métrica de Alcubierre, en donde explica cómo una nave espacial podría viajar más rápido que la luz y cómo tiene que ser la geometría del espacio para posibilitar un viaje “superlumínico”.
Alcubierre también fue uno de los pioneros en resolver ecuaciones de Einstein en computadoras. Y actualmente es director del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.