En la ciudad de México, dos de cada tres divorcios son promovidos por mujeres y son éstas las que reciben menos apoyo de un abogado privado y recurren más a la defensoría de oficio del gobierno de la ciudad, según el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
Por ello, y con la intención de “empoderar a la mujer”, Mancera promulgó este martes las reformas a la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del DF (TSJDF) y al Código de Procedimientos Civiles de la capital para resolver de manera oral demandas en materia familiar.
El mandatario explicó que procedimientos como la nulidad de matrimonio, la pérdida de patria potestad de menores acogidos por una institución pública o privada de asistencia social, la interdicción contenciosa, el juicio especial de levantamiento de acta por reasignación para la concordancia de sexo, entre otras, serán resueltas a través de este tipo de juicios para dar mayor velocidad, más contacto con los jueces y más cercanía entre el juzgador y las partes.
La reforma entra en vigor este miércoles.
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El mandatario explicó que según los análisis realizados para la implementación de la reforma, en la mayoría de los divorcios los hombres cuentan con asesoría de abogados privados y las mujeres casi siempre recurren a la defensoría de oficio.
“Que no es que sea mala, por el contrario, tenemos una efectividad cercana al 95 % con la defensoría de oficio, (pero) siempre lo que veíamos ahí era esta parte de igualdad en el acceso a la justicia”, dijo.
Para ello, firmó como testigo de honor el Convenio de Capacitación a Defensores Públicos del gobierno de la ciudad en materia familiar, que se firmó entre la Consejería Jurídica y el TSJDF.
“Con este convenio que acabamos de firmar, nuestros defensores de la ciudad de México van a tener un mejor nivel, una mejor preparación. Eso es fundamental para que nosotros podamos asesorar cada vez mejor a la gente que viene pidiendo lo que todos queremos, simple y sencillamente justicia”, dijo Mancera Espinosa.
Mancera destacó que se trata de una reforma pensada en “el interés superior de los niños, por el bien de la propia familia, por el cuidado de las mujeres, por el cuidado mismo de la integridad de las personas, por el desarrollo de la sociedad en su conjunto“.
