Se estima que un habitante del Distrito Federal desperdicia un promedio de 50 litros de agua en los minutos que le toma darse un baño. Y la situación es peor en otras ciudades del mundo. Preocupados por ello, tres jóvenes desarrollaron Nebia, una regadera que reduce el consumo de este líquido en un 70 por ciento: con un sistema de boquillas que rompen el agua en pequeñas gotas y permiten una mayor área de cobertura, el agua necesaria para bañarse pasa de 75 litros a sólo 20.
Nebia combina un diseño elegante con tecnología que hasta ahora sólo había sido utilizada en proyectos aeronáuticos para ofrecer una experiencia única. Su instalación es sencilla y no se requiere de la ayuda de ningún especialista. Además, cuenta con un sistema que permite ajustarla para usuarios de cualquier altura y, a pesar de que se utiliza un 70 por ciento menos de agua, ellos prometen que podrás retirar todo el shampoo de tu cabello en el mismo tiempo.
Uno de los hombres detrás del proyecto es el mexicano Carlos Gómez Andonaegui, quien en 2010, cuando era director de la cadena de gimnasios Sports City, comenzó a trabajar en un prototipo junto a su padre. Después se unieron al equipo Philip Winter y Gabriel Parisi-Amon, y en agosto se mudaron a la ciudad de San Francisco. El martes pasado lanzaron, a través del sitio Kickstarter, una campaña para reunir los fondos necesarios para enviar el primer lote de regaderas en mayo de 2016. La meta era de 100 mil dólares, pero en tan sólo tres días ya han conseguido más de un millón y medio.
La lista de interesados en Nebia es grande e incluye al CEO de Apple, Tim Cook y a Michael Birch, fundador de Y Combinator. Hasta el momento, el equipo ha realizado demostraciones y pruebas exitosas en los campus de Apple, Google y la Universidad de Stanford. De acuerdo con Wendy Schmidt, presidenta de la Fundación Schmidt (uno de los inversionistas del proyecto), la tecnología de Nebia “tiene el potencial de ser transformadora”. Además de calificarla como “innovadora y elegante”, la empresaria considera que es un proyecto que puede tener un “impacto significativo en el uso del agua”.