“No, no está en mi agenda”, respondió Mauricio Toledo, delegado en Coyoacán cuando se le cuestionó sobre si pensaba dejar su cargo por las acusaciones de corrupción que pesan sobre él.
Este miércoles, los diputados panistas, Priscila Vera y Edgar Borja, colocaron una manta en la sede de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que da al Zócalo donde decía “213 días y Toledo sigue impune”, pero a él parece no afectarle este tipo de manifestaciones ni tampoco las demandas que le han puesto. Al contrario, se siente arropado por su demarcación.
“Pregúntale a los coyoacanenses cómo va el gobierno, ellos son los que califican y verán cada colonia, cada territorial, los comités vecinales y asociaciones civiles están con nosotros en la delegación. Entonces, ese tema ya está vencido, no está en mi agenda (renunciar) y seguiremos trabajando por Coyoacán”, concluyó Toledo.
Beso y abrazo, no perdón
Para el delegado, las acusaciones de los panistas son solo una estrategia: “ellos tienen su manifestación y la libertad de hacerlo, que sea la gente la que califique cómo actúan esos legisladores”.
El delegado comentó que el día que se topó con los diputados durante los foros sobre la Reforma Política del Distrito Federal, Priscila Vera hasta le dio un abrazo y un beso. “Respeto sus manifestaciones a favor y en contra de la jefatura delegacional, estamos trabajando en paz y con mucho funcionamiento, sin ningún inconveniente”, concluyó Toledo.
Trabajan en Coyoacán
Para defenderse de las acusaciones, el delegado de Coyoacán comentó que ya están en puerta algunas obras importantes para mejorar su zona de acción.
Entre ellas mencionó que se remodelará la Alameda del Sur, se recuperará el camellón de Miramontes, se arreglarán Los Viveros e irán a hacer más trabajos de rescate a Santa Úrsula, Díaz Ordaz y 66 unidades habitacionales.
(Cristina Salmerón)