Un Núcleo Urbano de Bienestar Emocional es un lugar en el que se atiende de manera gratuita a personas con depresión, ansiedad, frustración, estrés y víctimas bullying
Por Katya López Cedillo
Hay un tipo de salud imperceptible a simple vista que no puede ser evaluada por medio de un examen de sangre, una toma de presión o de temperatura. Se trata de la salud mental, cuya desatención causa profundos estragos en las personas. Para apoyar en su mejoría, en la capital existen espacios de atención gratuita, bajo el nombre de Núcleo Urbano de Bienestar Emocional (NUBE). “En la Ciudad de México el bienestar emocional es un tema importante.
Después del 2019 empezamos a visualizar como algo de suma importancia la salud mental, pero las condiciones se detonaron fuertemente con la pandemia del COVID-19, cuando las personas se encontraban en el encierro. Al principio, la incertidumbre de no tener una vacuna, ver los padecimientos de personas cercanas, detonó aún más la depresión, el estrés y la ansiedad, por eso es que pensando en un nuevo esquema de atención surge el proyecto NUBE”, comenta a + Chilango el director del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA), doctor José Antonio Alcocer.
El primer núcleo fue creado en junio del 2023, en el Centro Histórico, en la Calle Perú, número 88; el segundo está contiguo al Reclusorio Preventivo Varonil Norte (que atiende a población cercana, trabajadores del centro de reclusión y familiares de personas privadas de su libertad). A finales de febrero de este año se inauguró el tercero, en el Bosque de Tláhuac.
Tan sólo en el primer mes de 2024, el personal de estos centros ha atendido a más de 100 usuarios. Este mes se inaugurará uno más en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), en su plantel de la alcaldía Gustavo A. Madero, en donde atenderá a docentes, estudiantes y habitantes de la zona; mientras que en abril se proyecta la inauguración de la NUBE Iztacalco, en la colonia Agrícola Oriental. La meta es tener al menos uno de estos núcleos en cada una de las 16 alcaldías de la capital del país.
Bienestar emocional
La idea es que en estos espacios se lleven a cabo pruebas a cada persona que las visita, con el fin de obtener una detección oportuna y saber qué tipo de servicio es el mejor para cada unx, desde atención psicológica hasta psiquiátrica o su canalización a hospitales toxicológicos. Algunos apoyos pueden recibirse de forma presencial o virtual.
“En estos espacios nosotros no sólo tratamos a una persona que tiene un problema de consumo o de salud mental, porque, por ejemplo, vemos entornos en los que la abuelita es quien cuida a estos jóvenes, porque ambos padres trabajan, pero el joven se involucra en una situación de adicción y la abuelita se siente mal, se siente culpable, pero nadie le pregunta a ella como se siente.
“Aquí le damos herramientas emocionales para fortalecerla y que no entre en depresión o ansiedad, que, en su proceso de mejora, el joven encuentre un entorno psicosocial favorecido con medios para apoyarlo y que cumpla su tratamiento. Las NUBE son un tema novedoso que han tenido gran éxito”, considera Alcocer Sánchez.
“En las NUBE no nos esperamos a que lleguen los usuarios, sino que salimos a la calle, a la colonia a decir que estamos para ayudar en su mejoría con servicios gratuitos, y lo más importante es que en estos espacios no juzgamos, no criticamos ni criminalizamos a nadie; aquí se trata de escuchar y entender porque en muchas ocasiones hay personas que no quiere acercarse pues temen que se les pueda hacer algún daño. Pero nuestra mayor prioridad es ayudar a las personas, no juzgarlas”, garantiza el servidor público, y comparte que la CDMX se ubica en el sitio 27 de la lista de entidades con mayores tasas de suicidios.
Invitación a unirse
Entre las personas que son atendidas en los núcleos hay desde infancias de ocho años hasta personas mayores de 87. “Atendemos desde depresión, ansiedad, frustración, estrés, bullying y otras situaciones más.
Tenemos trabajo en terapias individuales como en terapias grupales porque hay un compromiso real por la salud mental y no son sólo proyectos, es una realidad porque sabemos que en estas situaciones sufre quien padece una condición emocional, pero también las familias y lo que más buscamos es que tengamos una sociedad estable, feliz y tranquila”, enfatiza el doctor Alcocer.
Menciona además que estos espacios fueron creados a instrucción de las autoridades a principios de la administración: “ellas tuvieron la visión de que se hicieran no sólo para la atención de la persona consumidora sino al entorno psicosocial, porque si bien es cierto el consumo de sustancias psicoactivas es una enfermedad física, también es enfermedad social que genera violencia de género, familiar, social, así que hay que cambiar el enfoque y ver todas las aristas para ayudar a quien consume”.