Un camión urbano de pasajeros de los denominados “delfín” es captado justo enfrente a la Catedral Metropolitana en 1976. El mote tiene su origen en las figuras metálicas de un delfín, ubicadas en ambos costados de la unidad. Como detalle curioso, los jóvenes de la década de los ochenta solían guardar los boletos de los camiones y trolebuses para poder canjearlos por besos cada vez que la suma de los dígitos del número de serie del boleto diera el número 21.
(La Ciudad de México en el Tiempo)