El interior del restaurante “El Amanecer Tapatío” que se ubicaba en la esquina del Eje Central Lázaro Cárdenas, antes Niño Perdido, y la avenida Obrero Mundial, en la colonia Álamos, a mediados de los años sesenta.
Cuna de grandes artistas de la música ranchera, en este lugar se presentaba, a inicios de su carrera artística, Vicente Fernández y era emblemático su anuncio con luces neón de un ranchero jugando con un lazo. El mural es lo único que quedó de este espacio que ya no existe.
FOTOS: COLECCIÓN CARLOS VILLASANA Y ALFREDO BOC/ MXM
(La Ciudad de México en el Tiempo)
