La detención de cuatro policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) por su participación en el secuestro y asesinato de 13 jóvenes en el bar Heaven abre de nuevo el debate sobre la vinculación de los cuerpos de seguridad con las organizaciones criminales.
En los últimos días se logró la identificación de los elementos policiacos en su presunta participación del antro de la Zona Rosa, además de mantener vínculo y protección con grupos criminales de la droga.
Las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) revelaron que los oficiales estaban en activo y estaban ligados con “La Unión” de Insurgentes, banda que es señalada como la autora intelectual y material de los hechos del pasado 26 de mayo.
Los elementos fueron puestos bajo arraigo de 30 días para seguir los procedimientos necesarios, ya que uno de ellos, el primero en ser detenido, fue quien vigiló que el rapto de los jóvenes originarios de Tepito se llevara conforme al plan.
CRÍTICAS
Para Pedro Isnardo de la Cruz, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y especialista en casos de seguridad capitalina, los exámenes de control de confianza que realiza la SSPDF no son suficientemente rígidos y recurrentes para controlar las acciones de los policías.
“Las pruebas de confianza que se hacen a los oficiales parecen ser muy fáciles de pasar, no parecen ser lo más confiables para acreditarlos, éstas deben ser de manera más seguida, así como se realizan en el Ejército, para comprobar el compromiso y fidelidad de sus elementos”, comentó.
Para el catedrático y profesor de la UNAM Javier Oliva, experto en temas de seguridad, la falta de elementos nuevos en la SSPDF y PGJDF disminuye la capacidad jurídica y confianza estas corporaciones.
“Este caso ya quedó ventilado, las autoridades deben hacer una reestructuración rápida y a fondo de sus policías, tanto de prevención como de investigación, esto significa que si no se pule el avance de estas corporaciones se corre el riesgo de caer en una dependencia hacia el gobierno federal.
“Como se vio en el desalojo del Zócalo, las autoridades capitalinas tuvieron que recurrir a la ayuda de la Policía Federal, esto significa que hay un punto crítico para la organización de operativos policiales que le corresponden al gobierno local”, comentó Oliva.
MEA CULPA
Ante estas denuncias, el titular de la SSPDF, Jesús Rodríguez Almeida, aseguró que los exámenes de control de confianza no sirven como garantía y mucho menos para evitar las acciones que tienen los elementos fuera de la institución.
“Reitero que estos exámenes no nos garantizan la manera de actuar de los policías, esto es que no se sabe las intenciones que puedan tener para delinquir o participar en algunos hechos delictivos fuera de la policía.
“Las pruebas se realizan de manera regular y pueden ser hasta dos en un año, para comprobar la manera mental y física de los oficiales, son varias pruebas en una”, respondió Almeida.
(David Rodríguez)
