Si algún jefe de prensa decidiera escribir un libro llamado “Consejos Prácticos para el Manejo de la Comunicación Social del Gobierno”, sin duda tendría que incluir un consejo, que le he escuchado mucho: “si quieres que nadie se entere, difunde tu comunicado un viernes por la tarde”.
No tiene mucha ciencia: los periódicos cierran temprano, el sábado es el día que menos se lee la prensa, todos quieren que empiece el fin de semana…
En la Secretaría de Gobernación este consejo se ha seguido al pie de la letra. Cada uno de los comunicados con “el informe de datos preliminares sobre indicadores en materia de seguridad” ha salido un viernes, alrededor de las 3 y media de la tarde: 8 de febrero, 8 de marzo, 12 de abril, 10 de mayo.
Y se ha conseguido el efecto deseado, es decir, se ha difundido poco y se ha “reporteado” menos.
La mayoría de los medios hemos tenido el triste papel de copiar y pegar esa información, sin mayor investigación o contexto. Si el gobierno dice que han bajado 18% los homicidios –como consignan los comunicados- es porque así debe ser.
Sólo para contrastar va un dato que no se incluye en los boletines: en diciembre, el promedio de homicidios diarios fue de 36.4, y en abril fue de 35. ¿Organizamos el festejo?
El comunicado fue tema de varias portadas el sábado, sin el contexto de que especialistas como Alejandro Hope (chequen su blog Plata o Plomo en AnimalPolitico.com) han demostrado que todavía no hay razones suficientes como para festejar y que, si bien han bajado, no ha sido al ritmo que presume el gobierno ni puede decirse que es una tendencia definitiva.
Los medios copiamos y pegamos.
Evidentemente, la disminución de la violencia es un deseo de todos. Pero “desearlo” no es nota. Tampoco manejar las cifras para que eso parezca.
Los medios hemos olvidado que el sexenio pasado nos quejamos de que las cifras oficiales, basadas en los reportes de las procuradurías estatales, no eran exactas o que no sabíamos –y seguimos sin saber- si hay averiguaciones previas y una investigación para cada caso.
Y olvidamos que, según los comunicados de Gobernación, hubo más de medio centenar de “inocentes” asesinados. ¿Hay detenidos? ¿Cómo saben que son inocentes y cómo saben que “los otros” no? Y ya para qué mencionar derechos humanos, desaparecidos o sus familias.
Es decir, hay una política de comunicación social que busca disminuir las menciones sobre los temas de la violencia. Y funciona.
Pero quizá lo más grave es que un sector de los medios nos hemos dedicado a transcribir, olvidando que quedan muchas preguntas por responder.
¿Es agotador, frustrante, doloroso cubrir estos temas? Sin duda. Pero la violencia ahí sigue, aunque se haya esfumado del discurso presidencial y esté arrumbada en boletines mensuales que se difunden los viernes en la tarde.
Nos toca seguir con el tema.
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*Periodista, ha trabajado en diversos medios como Reforma, Milenio y El Universal. Actualmente dirige AnimalPolitico.com y colabora en distintos espacios radiofónicos, como en Fórmula y Reactor 105.