El repliegue del plantón de maestros en el Monumento a la Revolución dejó libre el circuito vehicular pero, se olvidó de dar paso a los peatones que atraviesan esta zona.
Después de una semana de que se cumplió el acuerdo con el Gobierno del Distrito Federal (GDF), para reorganizar el campamento sobre la Plaza de la República, los docentes no permiten que las personas caminen por la banqueta, debido a que sus improvisadas casas de plástico lo impiden.
Durante un recorrido hecho por MÁSDF, se logró observar que los cruces de la plaza con calles como Lafragua, Ponciano Arriaga, José María Iglesias, Ignacio Ramírez, Vallarta y Gómez Farías son casi imposibles para la gente.
La opción más viable, aunque poca ahorradora de tiempo, es el rodear todo el Monumento a la Revolución para conectarse con su destino, esto ha generado que varios transeúntes muestren su molestia, ya que algunos, incluso, se han hecho de palabras con los profesores que les niegan el paso.
“Hace un par de días se me hacía tarde y decidí cruzar el campamento de la CNTE, venía de Ponciano Arriaga y quería ir a Ignacio Ramírez, cuando unos tipos de ‘seguridad’ de esta gente me negaron el paso, ya que para eso habían liberado los alrededores y no permitirían que alguien externo ingresara”, comentó Eduardo, empleado de un restaurante.
Las carpas sólo dejan un paso estrecho; sin embargo, las cuerdas con que sostienen las tiendas provocan que los peatones tengan que evadirlas.
Esto debido a que en la explanada las carpas y las cuerdas con que se sujetan literalmente impiden el paso de peatones en el entorno de la plaza.
Esto obliga a los peatones a bajar al arroyo vehicular y caminar por el carril del Metrobús o el de los automóviles.
Hay tramos como el que hay entre la calle Ponciano Arriaga y José María Iglesias en que se encuentran copadas las aceras por las carpas y es imposible caminar por esa vía.
El mismo caso ocurre entre Vallarta e Ignacio Ramírez, y entre Ignacio Ramírez y Lafragua.
De 60 mil a cero
El jefe delegacional de Cuauhtémoc, Alejandro Fernández, dijo que la ciudad ha sido muy complaciente con los maestros, por lo que ahora ellos deban ser más sensibles a las necesidades de la capital del país.
De los 60 mil visitantes diarios que recibía el Monumento, su museo, el mirador y la fuente, prácticamente se han reducido a cero, afectando la economía del entorno.
“Es tiempo que entiendan que la ciudad tiene una serie de necesidades y siendo más una etapa que marca la economía de la ciudad y de la delegación”, dijo el delegado.
El Metrobús también fue afectado por los cierres de la CNTE, de acuerdo con la dirección general de este medio, las pérdidas ocasionadas por el cierre de las estaciones Lafragua y Monumento a la Revolución por casi dos meses fueron superiores a los dos millones de pesos, debido al cambio de rutas.
(MANUEL LARIOS)