Luego de 10 años de vivir en pareja, ambos con trabajo estable, deciden crecer la familia. A las tres semanas de embarazo, en el ultrasonido, por fin verán al nuevo miembro, pero en la imagen no aparece una criatura, ¡sino cuatro! Esta es la historia de Yolanda y Pablo, que se enteraron de que tendrían cuatrillizos cuando acudieron a un laboratorio médico y provocaron el asombro de todo el personal.
“No me decían nada, sólo entraban y salían del cuarto y me decían que siguiera tomando agua, pero ya estaba a punto de vomitar. Me tuvieron ahí como dos horas”, cuenta Yolanda, de 37 años.
Pablo, de 38, estaba igual de preocupado, y los médicos sólo les preguntaban si se habían sometido a algún tratamiento de fertilidad.
Ambos trabajan en dependencias públicas. Ella es militar y es oficinista en el Centro de Estudios Superiores Navales, y él en la Secretaría de Salud del Distrito Federal.
Planearon su familia cuidadosamente. Se conocieron cuando tenían 20 años, luego de ocho se casaron y esperaron otros 10 para tener a su primera hija. Al año buscaron darle un hermanito… pero los planes cambiaron.
“Cambia todo, necesitas cuatro de todo”, dice Pablo.
“Nunca me imaginé manejando una camioneta, no me gustan, pero no caben cinco sillitas en mi coche… tiré unas paredes para hacer un cuartote donde cupieran las cunas”, explica sobre los arreglos que tuvo que hacer en su hogar para adaptarlo.
Con 15 hermanos y hermanas, Yolanda “estaba fastidiada de las familias grandes”, incluso cuenta que bromeaba con sus herma
nas: ninguna seguiría los pasos de su mamá y que tendrían máximo dos hijos.
La cesárea se programó para el pasado 7 de octubre a las nueve de la mañana y a esa hora nació el segundo hijo de la pareja: el primero de los cuatro que nacieron durante 12 minutos luego de ocho meses de embarazo.
“Ya que se me pasó el susto fue una enorme alegría”, dice Yolanda.
Tres niños y una niña nacieron y se encuentran en perfecto estado de salud, aunque durante más de un mes permanecieron en incubadoras del Hospital Naval hasta que fueron dados de alta el 30 de noviembre, “hasta se ven más cachetones”, dicen.
NO SABEN CÓMO OCURRIÓ
Yolanda y Pablo buscaban agrandar la familia, pero nunca se sometieron a tratamiento de fertilidad alguno.
Y aunque ambos tienen familiares gemelos, los médicos no les han explicado cómo es que todo ocurrió.
A Pablo le gusta pensar que fue su madre quien les envió a los niños.
“Cuando murió mi mamá pensamos que ya nos habíamos quedado solitos”, recuerda.
EL RETO DE MANTENERLOS
De acuerdo con la encuesta El Costo de mantener a un bebé, elaborada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en 2006, a una familia le cuesta alrededor de 26% de su ingreso tener un bebé.
Según los cálculos, el mayor gasto son alimentos (21.1%) y ropa (17.9%), seguido de guarderías (16.6%) y salud (15.1%).
Tener cuatrillizos implicaría para Yolanda y Pablo bastante más del total de sus salarios.
Ante el inesperado reto económico, Pablo y Yolanda recurrieron al Gobierno del Distrito Federal para solicitar apoyo.
A través de la Secretaría de Desarrollo Social del DF (Sedeso), Pablo y Yolanda recibirán más de mil artículos, desde carriolas dobles, biberones, pañales y leche en polvo —de la que diariamente utilizan un paquete entre los cuatro bebés—.
“No es una situación que tengamos cotidianamente en la capital”, dice Rosa Icela Rodríguez, titular de la dependencia que hoy hizo entrega de algunos artículos para aliviar la economía de la familia.
“El jefe de Gobierno ordenó el apoyo para este señor que es padre de cuatro nuevos hijos… quieran mucho a sus hijos”, dijo la funcionaria.
Al evento también acudió José Ramón Amieva, consejero Jurídico del Distrito Federal, quien proporcionó cuatro actas de nacimiento gratuitas para los cuatro nuevos chilanguitos.
“Hay que ir pensando en unas bicicletas dobles o de cuatro para cuando los pequeños crezcan”, dice Amieva, en broma.
Además de las actas de nacimiento, el Gobierno del Distrito Federal también entregó las CURP de los cuatrillizos.
La Sedeso también se comprometió a proporcionar botes de leche cada mes para apoyar la alimentación de los bebés.
Y aunque todavía no es Navidad, para los pequeños Gisella Mariana, Alonso, Julio César y Saúl es como si ya hubiera llegado la fecha porque también les dieron carritos de juguete, muñecos, mamelucos.
Aún falta que los pequeños reciban la visita del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, quien prometió visitarlos cuando salieran del hospital.