Comerciantes de mercados populares nos compartieron su experiencia en la compra y venta de los productos básicos para la preparación de esta emblemática bebida
Por Carolina Figueroa y Alberto Rivera
Sin duda, el tradicional ponche es el rey de las bebidas de la temporada decembrina; sin embargo, su preparación implica este año un gasto mayor para los hogares de México, pues la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reportó que la época decembrina de 2023 arrancó con alzas de hasta 60% en el precio de los alimentos y platillos de Nochebuena y Año Nuevo.
Tras un recorrido de + Chilango por mercados de la Ciudad de México, se cotejaron los costos de las frutas con que se prepara el ponche, los cuales variaron dependiendo del tamaño, calidad y también del vendedor, pues algunos los aumentan. En el Mercado Lago Garda, en la Miguel Hidalgo, la manzana cuesta 25 pesos por medio kilo; la guayaba a 32 pesos el medio kilo; el tejocote se ofrece a 20 pesos por un cuarto y la caña llega a 15 pesos los 500 gramos.
En el caso de la ciruela pasa, los 100 gramos se pueden conseguir en 20 pesos; un paquete pequeño de canela en 15 pesos; la jamaica llega a 22 pesos por 100 gramos y dos piezas grandes de piloncillo alcanzaron los 25 pesos.
Los precios no difieren mucho de los del mercado de frutas de Jamaica, en la alcaldía Venustiano Carranza, donde la manzana cuesta 60 pesos el kilo al igual que la guayaba; el tejocote a 30 el kilo y la caña morada a 15 el kilo, mientras la verde se vende en 30. El tamarindo llega a 100 pesos el kilo; la ciruela pasa a 250 el cuarto; la canela en 25 la vara de 50 gramos; la jamaica 120 un cuarto y el piloncillo en 45 por kilo.
A este gasto también se suma la compra del agua: un garrafón de marca comercial con 20 litros oscila entre 43 y 47 pesos, mientras uno con líquido obtenido en purificadoras cuesta 18 pesos. Esas cantidades sirven aproximadamente para 15 o 20 personas, lo que en total, considerando los precios mencionados, resulta entre 200 y 250 pesos sin considerar gas o carbón para la elaboración.
“Cada año los precios de los productos de temporada como la mandarina, manzana, la naranja, cacahuate, por mencionar algunos, suben de precio. Por lo regular [el aumento] era de cinco pesos, ahora aumentó casi el doble de lo que costaba en anteriores años.
“Ya no te venden una ramita de canela en cinco pesos, ahora tienes que comprar todo el paquete, y si el presupuesto era de 150 ahora aumenta más”, lamentó en entrevista Maricruz Hernández, compradora, quien redujo a la mitad la cantidad de ponche que tenía planeada preparar, pues se pasó por 25 pesos en su presupuesto calculado para dos personas, durante una semana.
Tradición familiar
“¡Calientito, ponche calientito pal’ frío!”, es el grito que en estos días Lupita Flores y su familia repiten a todo pulmón en la romería de Navidad instalada en la explanada de la alcaldía Venustiano Carranza, para invitar a los visitantes a comprar.
Más de 10 años de experiencia en su preparación la avalan, pues su madre la enseñó a mezclar caña, tejocote, manzanas, ciruela pasa, jamaica, tamarindo, su toque de piloncillo, y hervirlos al punto de cocción para producir a diario y durante casi dos meses hasta 50 litros diarios de la tradicional bebida.
“Llegamos desde el 9 de noviembre y hasta el 6 de enero recogemos”, dice orgullosa. Junto a su hermana, Lupita vende de 20 a 40 litros por día, pero cuando comiencen las vacaciones y las posadas, rebasan la producción.
El aroma del vapor sale de la enorme olla e inunda los pasillos improvisados con lonas y estructuras metálicas. En una de las esquinas, en el puesto de apenas unos tres metros cuadrados, el recipiente sobre la parrilla alimentada por un tanque de gas burbujea a muy alta temperatura, el ponche está listo para servirse. Cada vaso de cuarto cuesta 25 pesos, el de medio en 45, y quien se anime a llevarse un litro paga 80 pesos.
La vendedora dice que con esos precios “sí sale la venta”, pese a lo caro de los productos, en particular los utensilios desechables. “La fruta es cara al principio, ya cuando empieza diciembre baja porque es de temporada. El tejocote, a inicio de noviembre, estábamos comprándolo a 50 el kilo, y ahorita ya está a 36 y va bajando”.
Asunción Sánchez, quien vende fruta en el Mercado Lago Garda, atribuye la subida de precios a factores como el aumento generalizado de precios, el de la gasolina, e incluso a fenómenos como plagas o incendios en los sembradíos.
“Es la tradición y hay que mantenerla viva. A mis hijos les gusta cómo preparo el ponche, lo hago de tamarindo. La ventaja de estar en este negocio es que me lo traigo igual de la Central de Abastos, obviamente no se siente el impacto de su costo”, afirmó.
La señora tiene esperanza de que entre más se acerquen las fiestas, las ventas mejoren, ya que son “nuestros días fuertes y hay que tener a la clientela satisfecha desde el 12 de diciembre, cuando empiezan las posadas, y a partir de ahí ya no paramos porque se viene la compra de la cena de Navidad y de Año Nuevo”, comparte.