Este martes disminuyó la presencia de automóviles estacionados en la ciclovía de la Línea 5 del Metrobús por el incremento de policías y grúas en el sitio.
Sin embargo los dueños de talleres mecánicos, lavados de autos y tiendas de autopartes insisten en dejar sus coches en el sitio.
Guillermo Calderón, director del Metrobús, aseguró que los operativos serán desde ahora permanentes para mantener a la ciclovía libre de automóviles.
Aunque indicó que la única forma en que los coches dejen de estacionarse de manera definitiva en esta infraestructura será que cada vez un mayor número de ciclistas la ocupen.
Ayer incrementó la presencia de grúas y policías de tránsito pero ambos dejaron de pasar durante lapsos largos por la ciclovía, lo que provocó que los clientes de diferentes negocios se estacionaran en ella “nada más un ratito” con las luces intermitentes encendidas.
Pablo Delgado es uno de los pocos ciclistas que ha empezado a usar la nueva ciclovía de la Línea 5 del Metrobús, la utiliza para ir por mandados y de paso pasear a su nieto. Él señala que lo que más tiene que esquivar son los coches de propietarios y clientes de negocios.
GUARNICIONES DAÑADAS
Los automóviles no sólo se estacionan en la ciclovía impidiendo que los usuarios de bicicleta utilicen esta infraestructura. Ahora también los conductores empezaron a dañar con ayuda de sus unidades las guarniciones.
MÁSDF contó 80 líneas de guarnición que ya están raspadas y cortadas a apenas siete días de que se inauguró la Línea 5 del Metrobús.
Algunas de estos daños podrían ser intencionales, comenta Augusto González, otro usuario de la ciclovía. Él explica que muchos de los vecinos están en contra de que la ciclovía porque ahora sus clientes ya no se pueden estacionar sobre Eduardo Molina.