No es la “Cruzada contra el hambre”, sino las primeras acciones para una seguridad alimentaria que pondrá en marcha el Gobierno del Distrito Federal a principios de agosto, y se tratará de atender a un millón de personas de escasos recursos, anunció el mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera.
Estas ayudas no consistirán solo en la repartición de comida, será un estudio de la población, para ver a quiénes se les debe dar la gratuidad y quiénes puedan pagar los alimentos a muy bajo costo, “con hasta un 60% de descuento en los productos”, aseguró Mancera.
Su plan anti hambre contemplará un patrón de beneficiarios y programas de proyectos productivos, para no solo dar la comida, sino que las personas comiencen a trabajar en sus comunidades para producir ganancias que los ayuden a subsistir en un futuro.
Para conseguir los alimentos a bajo costo, se ayudará de la Central de Abasto, que además de fijar los precios de los productos, tiene la posibilidad de abaratarlos para este tipo de programas sociales.
No choca con Sin Hambre
La seguridad alimentaria que emprenderá el GDF no chocará con la cruzada contra el hambre que lleva el gobierno federal, señaló Mancera, ya que su programa es para todo el DF y el poyo nacional es para cuatro delegaciones en específico y atenderá a solo 100 mil personas.
“La Ciudad de México, de todos modos, tiene que estar en esta lucha contra el hambre, lo que advertimos con las autoridades y la sociedad es que nosotros tenemos que dar esta garantía. No nos podemos quedar con esta población objetivo de 100 mil, sino fortalecer todos los procesos productivos en las colonias, enseñar y capacitar para que sean prósperos”, señaló el jefe de gobierno.
El programa social emprendido por el presidente Enrique Peña Nieto, aún no ha logrado entrar en el Distrito Federal, ya que los jefes de las delegaciones que han sido elegidas para beneficiarse aún no han llegado a un acuerdo con la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles.
La oposición a la entrada de Sin Hambre en el DF ha versado en que en otros municipios del país se ha utilizado este programa para la compra de votos a cambio de alimentos.
El estado con más reclamos de este tipo ha sido Veracruz.
(Cristina Salmerón)