El Congreso de la Ciudad de México aprobó un exhorto a la Seduvi y a la Comisión de Nomenclatura del Distrito Federal, para implementar la modificación
El Desierto de los Leones podría cambiar de nombre, a propuesta del Congreso de la Ciudad de México, quien aprobó un exhorto a Ileana Villalobos, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda local (Seduvi) y a la Comisión de Nomenclatura del Distrito Federal, para implementar la modificación.
La diputada Ana Jocelyn Villagrán presentó el punto de acuerdo en el que se solicita reconocer a ese parque nacional como Santo Desierto de Nuestra Señora del Carmen de los Montes de Santa Fe.
Recordó que el nombre Desierto de los Leones, entre otras versiones populares, se atribuye a que entre 1854 y 1876 residieron en este lugar los hermanos León, quienes eran propietarios de estas tierras y se encargaban de su cuidado forestal contra la tala de árboles.
A través de un comunicado, la legisladora consideró que el mote actual de la zona “no refleja adecuadamente su identidad ni su valor histórico y cultural”, porque no reconoce su importancia de área natural protegida ni fortalece el sentido de pertenencia de la comunidad.
Añadió que la pérdida de nombres históricos implica la pérdida de identidad cultural, el desconocimiento de la historia y la desvalorización del patrimonio local, con ello, aseguró, se borra una parte fundamental de la memoria colectiva, lo que dificulta la conexión con su pasado y sus raíces.
Entre los bosques y manantiales del parque, se encuentra el monasterio construido por la orden religiosa de los Carmelitas Descalzos en 1605, a cargo de Fray Andrés de San Miguel, de ahí que se busque el cambio de nombre.
Dicho lugar, indica el comunicado, cuenta con un claustro principal, celdas, refectorio, biblioteca, cocina, hospederías, lavandería, túneles, huerta con capillas y caballerizas, donde permanecieron hasta 1814, en la zona forestal conocida como Santo Desierto de Quauhximalpa.
Agrega que el monasterio fue demolido y reconstruido tras sufrir daños que ocasionó un sismo a principios del siglo XVIII. Finalmente expuso que el presidente Miguel de la Madrid Hurtado impulsó la preservación, explotación y embellecimiento del sitio, pero no se le puso el nombre adecuado e histórico.