Fotografía: cortesía. Texto por Katya López Cedillo
En época de campañas electorales, los datos personales de la ciudadanía fluyen con mayor frecuencia y velocidad, lo que los hace más susceptibles de caer en estrategias fraudulentas.
Previo al arranque de las campañas electorales, incrementa el uso de la credencial de identificación del INE, y es oportuno que los ciudadanos “encendamos las alertas”, tanto para proteger nuestros datos personales, como entender el cuidado de la información de los menores de edad, pues aunque no se encuentren en el padrón electoral, son susceptibles a que su identidad sea vulnerada.
La Comisionada Laura Lizette Enríquez Rodríguez, del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFOCDMX) comparte con Máspormás recomendaciones a votantes y no votantes, así como corresponsabilidades entre en instituciones públicas, partidos políticos o candidatos para hacer un uso adecuado de esta información. De hecho, asegura que la responsable de la protección de los datos personales es una corresponsabilidad de las autoridades como el INFOCDMX, el INAI, el INE y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.
Protección de datos
“El tema de protección de datos personales es muy nuevo para la Ciudad de México. En 2021 emitimos observaciones a varios sujetos obligados porque tienen avisos de privacidad no actualizados, no suben en gaceta sus avisos de modificación, supresión o alta de datos personales o no tienen documentos de seguridad. Lo que hace la diferencia es quienes sí las atienden y quienes no”, comentó Enríquez Rodríguez. Aseguró también que el flujo de información de datos personales en tiempos electorales tiene varias rutas por las cuales se puede cuidar su flujo: la vía física, una parte intermedia y la vía digital. Con las campañas, el proselitismo está a la orden del día, pero también el robo de esos datos para un mal uso, como cuando a los ciudadanos los inscriben a un padrón (contra su voluntad) o alguien aprovecha esta información para otro fin como sacar un crédito a nombre de otra persona.
Cuidado de la INE
El canal por donde pueden fluir los datos personales, menciona, es por la credencial de elector. Lo primero a tener en cuenta es no entregarla a cualquiera, ni para entrar a un edificio ni al acudir a un mitin político, y en caso de que alguien la requiera, exigir el aviso de privacidad. Cuando se participa en encuestas o campañas electorales, hay que dar un consentimiento firmado o al menos informado sobre la participación. En cuanto a la parte digital, casi nunca somos conscientes de lo que compartimos en internet; la recomendación es que nunca publiquemos imágenes de la credencial de elector en las redes sociales ni la enviemos por aplicaciones de mensajería. Ahora es muy fácil regalar la información personal sin darnos cuenta. Con el uso de las redes sociales, lamentablemente muchos niños y adolescentes no saben quién podría estar detrás de esos espacios y pueden convertirse en víctimas de extorsión.
Sobre el phishing
Ejemplificó que en el phishing es una técnica donde “echan el gancho” para ver quién cae en la trampa por medio de mensajes de Facebook o WhatsApp, usando como señuelo premios inexistentes o dinámicas en apariencia inocentes del estilo “Descubre a qué celebridad te pareces”; en estos casos, la gente no lo sabe y comparte información personal o accede a instalar aplicaciones que visibilizan su comportamiento digital o descubren su ubicación geográfica y es así como pueden ser víctimas fáciles para extorsiones. Sin embargo es importante saber que no se trata de dejar de utilizar la tecnología, sino de aprender a usarla con responsabilidad y en el entendido de que nuestra información es un recurso privado y valioso y por eso debemos ejercer nuestros derechos respecto al uso que se le da a esta información.
Partidos políticos e información personal
Enríquez Rodríguez aseguró que para un partido político no es necesario sacar copia de las identificaciones de las personas que asisten a mítines. Y en caso de que sea indispensable, tienen que recabar los consentimientos y dar un tratamiento legal y legítimo a los fines que buscan con los datos que recaban.
Si un partido político no cumple con esto incurre en responsabilidades administrativas, civiles e incluso penales. Acotó que aunque no exista un proceso electoral, se deben tener controles de seguridad con medidas claras: no compartir fechas de nacimiento, datos de ubicación ni nombres de los hijos; además, las contraseñas deben ser alfanuméricas y hay que cambiarlas continuamente. “Tenemos que hacer conciencia sobre la importancia y el valor de nuestros datos personales, de allí se desprende todo, y en tanto seamos más conscientes, más exigiremos a quienes los tienen que cuidar. Si es durante la contienda electoral, los partidos políticos tienen la obligación normativa, por ley, de garantizar un tratamiento adecuado a los datos personales de cada individuo”.
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