Con poco argumento legal y con engaño sobre el significado real de desobediencia, calificó el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), Edgar Elías Azar, las marchas y plantones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en la capital del país.
El titular del TSJDF aseguró que la llamada “insurgencia civil” o “desobediencia nacional” que levantaron los maestros de la CNTE sería aplicada solamente cuando todas las bases de diálogo están agotadas o el gobierno a cargo de las negociaciones no responda.
“Confundir a la ciudadanía hablando de desobediencia civil es inadmisible, pues hay deber moral de desobedecer el precepto o la medida administrativa sólo cuando aquél o ésa es notoriamente injusta, cuando se han agotado todas las vías legales al alcance de los protestatarios.
“Cuando la autoridad no responde en lo absoluto, y siempre y cuando no se lesione ni las personas ni los bienes de otros, que no es el caso del México de hoy”, comentó el funcionario.
Elías Azar recalcó que los hechos sucedidos durante la presencia de los docentes en el Zócalo capitalino no han quedado en segundo término.
“Los jueces de esta magnífica ciudad capital no podemos ignorar o fingir que ignoramos sus padecimientos, sobre todo los que distorsionan y entorpecen la actividad productiva y cotidiana, y la vida familiar, y los intercambios sociales, que día a día se dan en nuestra ciudad”, dijo.
El presidente del Tribunal capitalino comentó que este tipo de acciones de la CNTE es el principio de la búsqueda de licencias y privilegios que han contribuido en el deterioro educativo, no sólo del Distrito Federal, del país.
“El diálogo que se ha ido entablando intermitentemente y con dificultades muy numerosas, ha ido revelando que los manifestantes de estos últimos días no alegan derechos lesionados o disminuidos, sino un cuerpo excepcional de ventajas, licencias, privilegios y sinecuras, que ciertamente han contribuido a la degradación educativa”, apuntó.
(David Rodríguez)