En 1968, el entonces presidente mexicano, Gustavo Díaz Ordaz, ejercía un mandato de autoritarismo. La represión no sólo se limitaba a las calles; diferentes instituciones educativas también fueron escenario de enfrentamientos entre estudiantes y policías.
En repetidas ocasiones, la invasión de los elementos a las escuelas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) provocó el fastidio entre cientos de jóvenes que se manifestaban pidiendo justicia, cada una de las cuales fueron reprimidas con la fuerza bruta.
La inconformidad aumentaba y, al clamor de justicia y libertad, otras escuelas e instituciones se sumaban al movimiento, lo que daba como resultado manifestaciones en las cuales participaban miles de estudiantes, profesores, intelectuales, profesionistas, obreros y amas de casa.
La tarde del 2 de octubre, se convocaría a un mitin en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, para manifestarse en contra del autoritarismo ejercido y las consecuencias que se vivían.
Fue ese día cuando dos luces de bengala iluminaron el cielo en señal del lamentable suceso que estaba por comenzar. Unos segundos después, balazos, gritos y llantos se unieron en un sólo sonido. Cuerpos sin vida caían al pavimento; mientras los demás corrían para evitar el destino de aquellos desafortunados.
Niños, madres, profesores, obreros y muchos más huían en búsqueda de un lugar seguro. Los balazos no cesaban. Esa tarde, la explanada se llenó de sangre y muchos estudiantes fueron detenidos y llevados al Palacio de Lecumberri donde fueron culpados por originar aquella masacre que marcaría de forma trascendental a México.
Cada año se conmemora una marcha que se encabeza con un grito “¡2 de octubre no se olvida!”, pero ¿de verdad no se olvida? Para saber qué tanto recordamos acerca de esta tragedia, nos fuimos a las calles de la Ciudad de México para averiguarlo.
Encuestamos a 120 jóvenes que iban de los 19 a 28 años, la muestra que se tomó fue de 60 personas en la colonia Roma y la misma cantidad en Polanco. La entrevista consta de tres preguntas básicas de cultura general acerca de los acontecimientos del 2 de octubre de 1968. Los resultados fueron los siguientes:
1. ¿Quién era el presidente de México cuando ocurrió la matanza de 1968?
a) Adolfo López Mateos: 12
b) Gustavo Díaz Ordaz: 78
c) Luis Echeverría Álvarez: 30
65% de las personas encuestas eligió correctamente el nombre de Gustavo Díaz Ordaz como respuesta.
2. ¿Cuál fue el sitio en el que tuvo lugar la masacre?
a) Centro Cultural Universitario Tlatelolco: 16
b) Torre Tlatelolco: 4
c) Plaza de las Tres Culturas: 104
87% de los jóvenes respondieron correctamente y el resto, erróneamente, se guiaron por el nombre de Tlatelolco y eligieron las opciones incorrectas.
3. ¿A qué cárcel fueron a dar los estudiantes detenidos?
a) Palacio de Lecumberri: 94
b) Almoloya de Juárez: 14
c) Reclusorio Norte: 12
78% de los capitalinos encuestados tenían conocimiento del paradero de los estudiantes que fueron llevados al Palacio de Lecumberri.
*(Cabe destacar que en Polanco se entrevistó a tres extranjeros (españoles) recién llegados a México, quienes respondieron rápida y correctamente a las tres preguntas.)