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La Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México registra un avance del 92% y sus labores concluirán en 2024, señala Jabnely Maldonado, titular del organismo que garantiza el derecho a la vivienda de las familias afectadas
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POR MARIO ROJAS R.
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Desde que se creó para atender a los damnificados por el sismo de 2017, el objetivo central de la Comisión para la Reconstrucción fue otorgar a cada familia afectada un techo donde vivir de manera gratuita. Jabnely Maldonado, titular del organismo, precisa: “Nuestra tarea fundamental ha sido en todo momento garantizar el derecho a la vivienda de las familias que tuvieron que reubicarse por el tema del sismo. Es una prerrogativa plasmada en la Constitución y la estamos haciendo realidad”.
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En entrevista con Máspormás, la funcionaria detalla que la comisión lleva un avance del 92% en sus tareas. “Estamos en atención de 20 mil 200 viviendas, de las cuales se han entregado 15 mil 80. Este año es estratégico para nosotros, pues al cierre vamos a entregar poco más de 2 mil, lo cual nos coloca en un porcentaje mayor de avance”.
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Entre los complejos habitacionales que se entregarán este año están la Unidad Habitacional El Porvenir (Porvenir 210, en Tláhuac); Ana Bolena 270 (Tláhuac); Unidad Habitacional La Concordia, y Tlalpan 550. “Faltan menos de 2 mil viviendas y este último cuatrimestre todo tiene que estar contratado y con inicio de obra”, asegura.
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La charla con Jabnely Maldonado sucede mientras supervisa los trabajos de la Unidad El Porvenir. “Es una unidad nueva que se está terminando para las familias con dictamen de reubicación, es decir, de las que ya no pudimos construir en sus propios terrenos por el tema del suelo.
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Ya está al 100%, sólo se hace limpieza fina y acabados de obra exterior. La unidad incluye 330 departamentos y 250 lugares de estacionamiento. Esta unidad representa ese acto de justicia social que garantiza el gobierno: el derecho a la vivienda de las familias que tuvieron que reubicarse por el sismo”, subraya.
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VISIÓN SOCIAL
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Sin poder ocultar su felicidad, Víctor Manuel Torres Valdés, uno de los damnificados, dice: “Mi sueño se hizo realidad aquí en mi nueva casa”. Cuenta que él vivía en la Unidad Ermita Zaragoza, en Iztapalapa, y debido al temblor su vivienda quedó inhabitable. Cuando lo llevaron a conocer el terreno en donde se construiría su nuevo hogar, la decepción fue grande. “Te soy honesto, vi el terreno pelón y nunca pensé que construyeran.
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Pero desde el primer día estuvo pendiente aquí la doctora Claudia Sheinbaum. Todo este tiempo a mí me apoyaron con la renta de un departamento en la Agrícola Oriental y me daba mis vueltas por aquí para ver si era cierto; vi cómo avanzaban los trabajos y hoy ya es una realidad.
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Estoy muy feliz, agradezco al gobierno de la Ciudad de México”. Respecto a su nueva casa, el electricista de oficio comenta que le parece maravillosa: “Es un edificio moderno, con vigilancia, bien ubicado. Además, a mi hijo le dieron un crédito del INVI aquí mismo, o sea que vamos a estar juntos pero no revueltos”.
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Jabnely Maldonado resalta el enfoque social de la Comisión para la Reconstrucción, cuya razón de ser desaparecerá cuando entreguen la última vivienda. “De manera excepcional se creó un programa muy generoso que, a diferencia de otros países, ha dado todo a fondo perdido; es decir, mientras en otros lados sólo se entregan pequeños porcentajes de subsidio, aquí se tomó la decisión de otorgar los créditos sin posibilidad de recuperación”.
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Con el programa, añade, “se apoya para la demolición, para el proyecto, para la obra, la supervisión, los estudios; se condonó el agua, el predial y se ayuda a escriturar, o sea, nunca se había pensado en un programa de reconstrucción tan completo y con un amplio acento social”.
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TAREA COMPLEJA
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La titular de la Comisión para la Reconstrucción refiere que su labor ha requerido de un trabajo “fino” de convencimiento. “Ha habido de todo, desde damnificados que se resisten a ser reubicados por el arraigo que tienen al barrio donde vivían, hasta quienes optan por la indemnización o aquellos que no están de acuerdo con los dictámenes técnicos”.
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Uno de los casos más complejos, ejemplifica, es el de Aguascalientes 12, en donde la mayoría de las familias interpusieron un amparo para obligar al gobierno a demoler.
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“El proceso judicial ha retrasado mucho el avance en este edificio. Nosotros intentamos persuadir a las familias con el sustento técnico del resultado de los estudios de suelo; no obstante, cada vez el número de familias renuentes disminuye. En el último de los casos, nos reuniremos para que eximan al gobierno, porque se les ha dado el apoyo de renta, reubicación e indemnización”, afirma la funcionaria.