Como cada sábado de los últimos 13 años, Trinidad González se vistió a la moda de los años 60 y acudió a la Plaza del Rock and Roll a pasar la mañana bailando.
Sacudió su vestido de satín verde con crinolina al ritmo de “Presumida”, “Pólvora”, “Confidente de secundaria”, “El rock de la cárcel” y otras canciones famosas de la época dorada de este género musical.
La tradición comenzó con un grupo de 10 personas “rockabilly” que se reunían en el Monumento a la Revolución, pero tras una remodelación, cambió a la explanada de la delegación Cuauhtémoc.
Ahora, cada sábado a las 11 de la mañana acuden personas de todo el Distrito Federal, vestidos a la vieja usanza: con chamarras de cuero, pantalones de mezclilla entubados y crinolinas, a escuchar en vivo bandas rockandrolleras como Berna Rock, La Hermandad, Blue Rider y Wil Cats.
“Ahora somos más de 200 los que no fallamos. A mi compañero de baile lo conocí aquí, los dos padecíamos de la ciática y con el baile nos compusimos. El baile nos da alegría, vida, fuerza; es divertido y para la salud es muy bueno”, expresó Trinidad González.
La explanada techada de la delegación Cuauhtémoc conocida ya como Plaza del Rock and Roll se ha convertido en un espacio obligado para adultos, jóvenes y niños amantes de este género.
El Director General de Cultura de la demarcación, Gerardo Zapata Calzada, aseguró que el gobierno seguirá prestando el espacio para que cada sábado los bailarines “evoquen con sus pasos las décadas de los 50’ y 60’ del siglo pasado”.