La deuda que la Ciudad de México tiene con los peatones está a la vista de todos.
Solucionar el rezago en proyectos que le den prioridad a los transeúntes y en políticas públicas que desincentiven el uso del automóvil todavía son pendientes para el gobierno del Distrito Federal, aseguró la vicecoordinadora del PAN en la Asamblea Legislativa, Laura Ballesteros.
La también integrante de la Comisión de Movilidad que promueve una iniciativa en la materia en el órgano legislativo, señaló que el compromiso que debe generar el Día sin Auto es generar un cambio de lógica en la inversión de recursos, para que en lugar de que sean destinados a infraestructura vial, se dirijan a transporte ciclista y peatonal.
Recordó que desde el sexenio de Marcelo Ebrard, ex jefe de gobierno, hacen falta 370 kilómetros de ciclovías y de las 11 líneas de Metrobús que prometió ese mandatario, hasta ahora solo hay 4.
En tanto, del Fondo Metropolitano, el 83 por ciento se ha invertido en infraestructura vial, no peatonal.
La diputada también mencionó que de 12 mil millones destinados a proyectos de movilidad en 2013, cuatro de cinco fueron planes viales y solo uno relativo al transporte público.
“Más allá de las buenas intenciones, hoy el compromiso que tiene que haber en el Día sin Auto, es generar un cambio de lógica en la inversión a transporte. Sólo así podemos pedirles a los automovilistas que cambien a otros modos de transporte”, apuntó la legisladora.
Entre las propuestas que podrían funcionar en la ciudad, según Ballesteros, están los barrios peatonales, que replicarían una idea puesta en marcha en Corea, de zonas completas donde se impide el uso del automóvil, que en la ciudad de México podrían ser algunas calles de la colonia Roma o el centro de la ciudad.
Como parte de la mejora al transporte público, la diputada también se refirió al incremento en las tarifas de microbuses, que no se ha reflejado en una mejora sustancial del servicio.
Dentro de sus primeros puntos estaba, además, que los transportistas se comprometían a cumplir la ley, cuando no se debería tener que firmar un acuerdo para eso.
“Todavía existen pendientes, como la creación de un fideicomiso, que no sabemos en qué va y la calidad del servicio, que tendría que estar contemplada en una Ley de Movilidad”, apuntó Ballesteros.
El documento que ella presentó no ha sido dictaminado aún por la Comisión de Movilidad de la Asamblea Legislativa.
El Día sin Auto, para la legisladora, debería recordarnos “que todos somos peatones y que debemos trabajar juntos para la transformación de nuestra ciudad en una ciudad hecha para las personas, en donde trasladarnos no solamente garantice una experiencia distinta, sino la seguridad de todos”.
3 cambios que necesita la ciudad según Ballesteros:
1. Cambio administrativo. Un marco jurídico que enuncie los derechos en materia de movilidad y los convierta en ley. El cambio de organización de la administración pública, desde el nombre de la Secretaría de Transporte y Vialidad.
2. Cambio presupuestal. Que se aplique el presupuesto de infraestructura de la ciudad en proporción inversa de lo que hoy se hace: favor de los autos y no de las personas
3. Cambio cultural. Nos corresponde a todos, empezando por las autoridades. A los ciudadanos toca la mayor parte, aprender educación vial. Que esta sea una materia obligatoria en las escuelas.
(Marcela Nochebuena)