Con su experiencia, su amor y su dolor, la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, habló ante unas 400 mujeres que la fueron a escuchar al Teatro del Pueblo en el Centro Histórico de la Ciudad de México, esto en la conferencia “El valor de los derechos de las mujeres”.
“Ninguna persona triunfa sola”, dijo la guatemalteca de origen maya comenzó con una introducción sobre el del respeto propio y hacia los demás, que asegura, es lo que hace falta en esta sociedad.
Les habló a las mujeres sobre el agradecimiento que debe existir hacia la vida y la familia, sobre tener el hábito de la reciprocidad y el amor incondicional, “factores que dan como resultado la conciencia que permite crecer en lo personal, en lo colectivo y en el nosotros”, clave para ser mujeres líderes, explicó Menchú.
Destacó la relevancia de tener identidad y para ello saber quién soy, sin importar el cargo, el título, el prestigio o desprestigio que se tenga.
Charla entre mujeres
Este encuentro fue organizado por la secretaria de Desarrollo Social de la Ciudad de México, Rosa Icela Rodríguez y acudieron otras secretarias del gabinete del Gobierno del Distrito Federal como Mara Robles, de Educación; Tanya Müller, de Medio Ambiente; Lucía García Noriega, de Cultura, así como las jefas delegacionales en Iztacalco, Elizabeth Mateos, y en Tlalpan, Maricela Contreras.
Rodríguez entregó a Menchú un reconocimiento de la Ciudad de México por su participación a favor de la equidad de género y recibió de ella un rebozo hecho a mano.
Opina sobre legislación de las drogas
Al término de su discurso, Rigoberta Menchú expresó su opinión sobre el debate de la legalización de las drogas: “No veo planes de trabajo para combatir la droga, y eso es lo malo, cuando alguien tiene un discurso que no tiene forma de materializar, entonces lo que hace es propaganda a la misma enfermedad”.
Expresó que pediría que fuéramos más serios en abordar el tema de la despenalización de la mariguana. “Y ese no es el problema, sino que en nuestros países la violencia ya se perpetuó, el crimen organizado en un hecho, la juventud no tiene trabajo y tiene que buscarlo, la trata de personas se está dando en medio de una tolerancia absoluta de distintas entidades”.
“Si hay una discusión que plantea una solución viable, creo que toda la ciudadanía está invitada a participar, colaborar y hacer real esa solución, pero si la solución no está, es una utopía falsa que estamos dando a la gente”, concluyó la premio Nobel de la Paz.
(Cristina Salmerón)