Esta certificación emitida por la Sedema, bajo un esquema agroecológico, contribuye a la preservación de la biodiversidad, además de estimular la economía campesina de la CDMX
Por Katya López Cedillo
Hay algo mejor que los alimentos orgánicos: aquellos que además de no usar químicos, se producen protegiendo el medio ambiente y se ofertan a precios justos, pues son vendidos directamente del productor al consumidor. Identificarlos es fácil, pues llevan la certificación Sello Verde, que expide la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.
Se trata de una estrategia para proteger el medio ambiente, preservar la naturaleza, la biodiversidad y el patrimonio cultural, por medio del aprovechamiento sustentable de los recursos naturales; además, estimula la economía campesina, la creación de empleos, y refuerza la identidad cultural, social y productiva en la zona sur de la Ciudad de México.
Hay productos como amaranto, miel y sus derivados; granos básicos como maíz, frijol y haba; productos frescos como hortalizas y frutas; lácteos e incluso truchas. En total son 874 artículos a la venta por parte de los 351 productores que ya están certificados con el Sello Verde en la ciudad. También hay una lista de espera de casi 300 productos en proceso de obtener este aval.
Dimensionar el valor
“Es muy importante dimensionar el valor de esta estrategia; en especial por tres ejes fundamentales: son agroecológicos; es decir, que en su proceso están avaladas prácticas culturales que cuidan el medio ambiente y una característica principal para ello es no usar elementos químicos, algo importante para nuestra salud. Además, la meta del Sello Verde es disminuir el impacto negativo de los monocultivos que ha promovido la agricultura convencional y que van contra el medio ambiente; el tercer eje es que se acorta la cadena de producción pues al generarse estos productos en la propia ciudad, los traslados, la contaminación por traslado y los costos de transportación se reducen; la distancia de la unidad de producción a los consumidores es menor”, explica el subdirector de Producción e Innovación en la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), Feliciano Velázquez Rincón.
La certificación Sello Verde surgió como una estrategia para contrarrestar la mancha urbana de la capital, y contribuir a la recuperación del suelo de conservación, preservar los recursos naturales y recuperar las prácticas ancestrales de producción de alimentos en siete alcaldías: Xochimilco Milpa Alta, Tláhuac, Magdalena Contreras, Tlalpan, Cuajimalpa y Álvaro Obregón.
Productores certificados
“Todas ellas tienen suelo de conservación y prácticamente en todas hay presencia de productores certificados, algunos productores más que están en proceso de recibir su certificación y otros iniciando su registro para cambiar a un sistema que sea más agroecológico y la meta es que más personas se sumen a hacer bajo estos métodos sus procesos de producción”, agrega el técnico de la Corenadr, Ángel Aguilar.
A diferencia de los altos costos de productos orgánicos que se ofertan en autoservicios, los productos con la certificación Sello Verde tienen precios asequibles para distintos estratos socioeconómicos.
“Un principio de la agroecología son los precios justos. Los productores hacen una gran labor en transformar sus unidades para que en todo su proceso ese producto mantenga su integridad agroecológica; desde las prácticas hasta los insumos tienen que ver con estos cuidados y al erradicar intermediarios esto ayuda a establecer precios justos para que distintos sectores de la población tengan la oportunidad de acceder a alimentos sanos y nutritivos, sin rangos elevados de precios”, especifica Aguilar.
Puntos de venta
Estos productos se comercializan en cuatro puntos de venta físicos y una plataforma digital. “Todos los fines de semana los productores se presentan en Los Pinos; también se aperturó la cafetería Casa Tlalli, en el Centro de Educación Ambiental del Bosque de Chapultepec; en Huerto Roma están todos los miércoles; y en la Caravana de Productores que se traslada los fines de semana en distintas plazas; además tenemos el catálogo digital de productores, donde viene la tienda en línea y el contacto directo con los productores”, señala Velázquez Rincón.
A la fecha, hay 46 emprendedores en proceso de lograr la certificación y otras 100 solicitudes para contar con el Sello Verde. La Sedema, a través de la Corenadr, apoya y asesora a los pequeños productores para cubrir los estándares necesarios y contar con el distintivo; todo el proceso es gratuito.
“Esta es una norma ambiental bondadosa que contribuye a hacer productos más sustentables; es única en México, la única que certifica bajo un esquema agroecológico. Los interesados se pueden acercar a la comisión para iniciar el proceso de certificación; reciben asistencia técnica y acompañamiento hasta contar con su certificación”, comparte Aguilar.