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18 de febrero 2025
Por: Redacción

Ser asexual no anula el interés romántico

Dentro de la orientación asexual existe un amplio espectro de formas de deseo, atracción y formación de relaciones afectivas

Por Edgar Segura*

Las personas que se identifican como asexuales también forman vínculos emocionales y, en algunos casos, románticos. La única diferencia respecto a las personas alosexuales es que la atracción sexual no suele ser un factor determinante en sus relaciones.

“Nosotres también podemos sentir atracción y tener una relación romántica con alguien más. Pero eso no significa que nos vayamos a involucrar sexualmente con esa persona”, cuenta Luz. “Realmente hay muchos tipos de atracción: intelectual, sensorial, sexual, física, emocional, etcétera”, añade Daniel.

Estas personas, que se consideran parte del espectro asexual, accedieron a platicar con Chilango sobre sus experiencias para derribar los estereotipos que envuelven a esta identidad a veces escondida e invisibilizada dentro de la comunidad LGBTIQ+.

Espectro asexual: una gran variedad de grises


En el glosario de las diversidades sexogenéricas, la UNAM define el término asexual de la siguiente manera: “Orientación sexual que define a las personas que sienten [un interés bajo o nulo] por la actividad sexual con otras personas”.

Es importante notar que, de acuerdo con esta definición, el interés por la actividad sexual en las personas asexuales puede tener grados variables. Por ejemplo, Daniel, de 26 años, se identifica como grisexual, es decir, como una persona dentro del espectro asexual que con poca frecuencia o en situaciones muy específicas siente atracción sexual.

Para entender cómo fluctúan las personas grisexuales dentro de este espectro hay que comprender también el término alosexual.

“Es como si pusieras en una escala de un lado lo alosexual, que son las personas que viven y sienten su sexualidad de manera ‘normal’, por así decirlo, y la asexualidad en el otro extremo. Un extremo se representa con el color negro y otro con el blanco. Pero en medio de estos puntos hay una gama muy grande de grises. La grisexualidad, se puede decir, es toda esa gama de tonos que está en medio”, explica.

Daniel comenzó a identificarse como asexual desde los 19 años. Refiere que el concepto de grisexualidad lo ayudó a sentirse libre y a entender que las formas e intensidades con las que se manifiesta la atracción pueden ser variables.

“A veces puede estar más cerca de lo asexual o de lo alosexual. Yo creo que la misma grisexualidad te da esta libertad de no estar en una caja, sino fluctuar o variar tu deseo dependiendo de cómo te sientes, cómo vives o expresas esa energía”, señala.

Derribando estereotipos


En un mundo acostumbrado a polarizar su visión entre blanco y negro, obviando toda la gama de grises, las personas asexuales suelen ser falsamente estereotipadas.

“En una sociedad como la que vivimos, el tema de la sexualidad es central. Por eso, muchas veces nosotros somos vistos como aburridos, secos, los que no tenemos ganas de nada”, opina Luz.

Uno de esos estereotipos comunes es que las personas asexuales no tienen relaciones románticas. Luz explica que asexual no es sinónimo de arromántico: “Podemos sentir atracción y tener una relación romántica con alguien más”.

Agrega que esa atracción no necesariamente conduce a una interacción sexual. Sin embargo, algunas personas sí pueden desear y tener interacciones sexuales bajo ciertas condiciones.

Otra forma de amar y sentir atracción


Dentro del espectro asexual hay distintos matices, identidades y formas de atracción. Por ejemplo, hay personas fraisexuales: aquellas que sienten atracción por personas con quienes no tienen un vínculo profundo y al conocerlas, la atracción desaparece.

Daniel se identifica como demisexual. “La demisexualidad también es parte del espectro. Se refiere a personas que sólo sienten atracción sexoafectiva a partir de tener un vínculo emocional muy fuerte que se crea con la otra persona”, señala.

Así como para algunas personas la atracción sexual es algo fundamental, para otras se trata de algo secundario que deriva de otro tipo de vínculos y atracciones. Simplemente son formas distintas de establecer vínculos amorosos.

La importancia de los vínculos y los límites


Daniel enfatiza la importancia de que las personas asexuales sepan cómo expresar sus límites al momento de establecer relaciones afectivas o románticas.

Recuerda que si bien ha tenido relaciones románticas donde no ha habido interacción sexual o ello no ocupa un lugar tan importante, también se ha visto involucrado en situaciones donde las otras personas no son respetuosas de sus límites.

Recomienda a las personas que forman parte del espectro asexual buscar apoyo de organizaciones o profesionales capacitadxs en el tema y que a su vez sean respetuosxs de su identidad.

Otro punto importante es establecer vínculos emocionales y de apoyo con familiares, amistades u otras personas asexuales. En México, en la CDMX en particular, existen organizaciones de personas asexuales que se reúnen periódicamente para compartir sus experiencias.

“Quisiera incentivar a las personas a que cuiden sus vínculos cercanos, que no se aíslen, que exploren, pero siempre cuidando sus límites”, concluye.

“La falta de conocimiento e información sobre la asexualidad como orientación sexual ha provocado diagnósticos erróneos de trastorno mental cuando en realidad es una manifestación más de la personalidad que debe ser reconocida, respetada y protegida”

Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México
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