La Dirección General Jurídica de la delegación Miguel Hidalgo cambia de titular. Maximiliano Reyes deja el cargo y se va a la iniciativa privada.
El colaborador del delegado Víctor Hugo Romo, hace un balance de su gestión.
¿Con qué te encontraste cuando llegaste?
Me encontré con 600 verificaciones pendientes y una cantidad similar de procedimientos administrativos sin resolver, que se quedaron heredadas de la administración anterior y con un crecimiento exponencial en la apertura de establecimientos mercantiles, particularmente las colonias Polanco y las Lomas, que evidentemente son colonias con un nivel de mercado muy atractivo para los empresarios e inversionistas. Una de las cosas que hicimos por instrucciones del jefe delegacional fue una auditoría a los estacionamientos de Polanco. Nos encontramos con que hay un déficit de más de 300% en los cajones de estacionamiento vendidos y eso solo en Polanco, es decir, hay un inventario de 10 mil cajones y en el inventario había 40 mil vendidos por eso es que ha habido un desorden que ya empezamos a corregir en estos once meses.
¿Había corrupción o acuerdos entre grupos empresariales y las pasadas administraciones?
Lo que sí te puedo decir es que encontramos una indiferencia total de las autoridades ante el crecimiento exponencial de los establecimientos de la delegación, particularmente en Polanco. Sí hubo negligencia, la autoridad no hacía nada. Por otra parte encontramos y hemos desarticulado una red de personas que se dedicaban a la gestoría que presumían de tener contacto adentro de la delegación y cobraban fuertes cantidades de dinero a los particulares que querían abrir un negocio. Los particulares hicieron varias denuncias y dimos con las personas coludidas, mismas que ya están en el reclusorio.
Todo esto habla de un desorden heredado de administraciones anteriores, ¿Qué hicieron para revertir esto?
Con tres elementos: primero, la ley que estaba de nuestro lado con el propósito de aplicarla de manera transparente, segundo, con la ventaja del apoyo social de la ciudadanía que voto y puso su confianza en Víctor Romo, y tercero, con todas las ganas e intención de hacer las cosas bien. Y sí, nos enfrentamos a mafias poderosas que operaban en la delegación.
¿Cuántas verificaciones y suspensiones se han dado en lo que va de esta administración?
Desde el 1 de octubre al 30 de agosto hicimos más de 2 mil verificaciones. En total fueron 2 mil 600 lo cual es un promedio de más de 250 verificaciones por mes, un poco más de 10 verificaciones diarias a obras y establecimientos mercantiles en toda la delegación. Ninguna delegación verifica más que la Miguel Hidalgo.
Hay suspensiones de establecimientos conocidos como “Table Dance”…
Clausuramos aproximadamente 400 obras o establecimientos mercantiles en estos 11 meses que incumplían con algún precepto que les marca la normatividad. Evidentemente los más sonados que atrajeron la opinión pública fueron estos lugares que tu comentas y que fundamentalmente tenían a las mujeres trabajando en ellos. La mayoría de ellos se hicieron en acuerdo y contando con el apoyo de instancias del gobierno central como el INVEA, la Procuraduría General de Justicia del DF y con toda la fuerza de la delegación. Los giros negros detectados en la delegación ya fueron clausurados. Miguel Hidalgo es una delegación segura para quien vive en ella.
Después de un año, ¿podrías decir que si es posible poner orden en la delegación Miguel Hidalgo?
Por supuesto. ¡Se puede poner orden! Se puede poner orden cuando se tiene valor y la ley en la mano. Si pusimos orden en Polanco, se puede arreglar cualquier parte de la capital.
¿Hubo presiones de que no se aplicada la ley en tu paso por la dirección jurídica?
Sí. Eso se da de manera permanente pero lo neutralizamos aplicando la normatividad con toda puntualidad. Y el cambio se ve y es una realidad.
Ya fuiste diputado, ya pasaste en este último tramo por la administración pública y ahora haces maletas… ¿a dónde te vas?
Surgió una oportunidad en la iniciativa privada en una empresa global. Es un reto interesante que además lo quería hacer desde hace algunos años, pero que me va a permitir hacer tareas en las que voy a seguir involucrado con los aspectos políticos, públicos y sociales no solo de la Ciudad sino de todo el país y seguir haciendo cosas en servicio de la comunidad donde vivo. Traigo la política en la sangre desde que empecé a trabajar así ha sido y no lo dejaré.