A finales de junio pasado, tras asumir la presidencia de la COPARMEX DF, José Luis Beato inició un diálogo con los asociados del organismo para identificar problemas en la relación entre empresarios y el GDF y las delegaciones.
A partir de esas conversaciones, Beato González encontró que los principales enemigos de los inversionistas capitalinos son la corrupción y la informalidad.
“El sentir general de los socios es que el principal problema que tenemos en la ciudad es el tema de la corrupción ligado a la informalidad”, asegura el dirigente.
En las mismas charlas, Beato González identificó que las quejas sobre intentos de extorsión de funcionarios eran más recurrentes en la Delegación Coyoacán.
“Llegamos a la conclusión de que había ciertas delegaciones con mayor corrupción y en el único sitio donde podemos constatar que gente muy cercana al delegado está involucrada es en Coyoacán”, sostiene.
SIN RESPUESTAS
Para hablar de esas preocupaciones, Beato González tuvo una reunión con el delegado Mauricio Toledo el pasado 25 de julio. El jefe delegacional se comprometió a emprender acciones para investigar y castigar presuntos actos de corrupción.
Por el contrario, asegura Beato, en Coyoacán se ha diversificado la corrupción: además de pedir fuertes sumas de dinero para acelerar los trámites de apertura de negocios, hay funcionarios de la delegación que piden “cuota” para no suspender establecimientos en operación.
“Hemos estado viendo que en los últimos meses se ha incrementado no sólo el número de impactos de corrupción sino también la cantidad de dinero que piden los funcionarios a cambio de los favores”.
Este aumento en las prácticas de corrupción está generando un ambiente adverso para la atracción de nuevas inversiones. “Al incrementarse los costos de corrupción, a los empresarios se les hace inviable dar las cantidades que se piden y prefieren cancelar los proyectos de negocios”.
PREPARAN DENUNCIAS
Al no haber evidencia de la lucha contra la corrupción en la Delegación Coyoacán, Beato González cuenta estar haciendo labor de “convencimiento” con sus asociados para alentarlos a denunciar los intentos de extorsión de funcionarios de gobierno.
“Estoy mandando un mensaje a mis asociados para que sean valientes, y que cuando les pidan mordida se nieguen y pidan que los atiendan y les den las licencias por la vía legal; si los funcionarios se niegan, debemos denunciarlos públicamente sin importar posibles represalias”, explica Beato.
Esta labor de convencimiento, a decir de Beato, podría darse a conocer en las próximas semanas si un grupo de empresarios se atreve a denunciar los múltiples intentos de extorsión de los cuales han sido víctimas en Coyoacán.
(MANUEL LARIOS)