Soportan el calor antes del antidoping

Si no fuera porque necesita mucho de su empleo de policía, Imelda una joven de 24 años estaría en este día de calor sofocante bebiendo un agua helada de jamaica en compañía de su novio y no formada en una kilométrica fila sobre la calle de Génova con un millar de sudorosos compañeros suyos a la espera de que le realicen un examen toxicológico.

Es el medio día y el sol pega directamente en el rostro de una inmensa fila de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública que, al menos hoy, dejaron el uniforme azul en casa y se vistieron de camisetas de manga corta o incluso otros y otras de camisa, blusa o vestido.

Las pruebas clínicas para comprobar que no usan cocaína, marihuana u otras sustancias ilegales les serán aplicadas en el 107 de la calles de Londres donde se ubica el Centro de Control de Confianza de la SSPDF.

Gotitas de sudor motean la nariz de Adolfo un policía novato que está nervioso porque es la primera, desde que es un elemento de la SSPDF, que le aplican un análisis de detección de drogas. Pero no se crea que esto se debe a que consume alguna sustancia ilícita, sino porque piensa que quizá la nicotina de los cigarros que fuma puede hacer que salga positivo “en algo”.

Una de sus compañeras le recomienda a Adolfo que beba mucha “agua a lo mejor con eso la nicotina no sale en la orina”.

El Centro Nacional de Certificación y Acreditación (CNA) avaló en 2011 al Centro de Control de Confianza de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal para que pudiera hacer todos los exámenes correspondientes a todos sus elementos.

Aquí también se practican evaluaciones médicas, psicológicas, toxicológicas y análisis con el polígrafo.

Siempre el número de policías y nuevos policías que se someten a estas pruebas es tan grande que las Secretaría de Seguridad Pública del DF tiene que formar a los uniformados en la calles para que pasen paulatinamente.

(Josué Huerta)