En la década de 1990 la cuenta máxima de una mesa en un centro de baile exótico, conocido popularmente como “table dance”, podía llegar hasta 100 mil pesos, mientras que en la actualidad esta cantidad no asciende ni a 5 mil pesos.
En entrevista con Más por Más, el presidente de la Asociación Nacional de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos, Ismael Rivera Cruces, señaló que los capitalinos cada vez acuden menos a este tipo de lugares y gastan menos recursos.
Entre las razones por las cuales podría estarse presentando este fenómeno se encuentra la instauración de políticas por parte de las autoridades para informar a la ciudadanía en sus gastos personales y en la situación económica que se vive en estos momentos.
El representante de la Anidice explicó que de los 15 mil establecimientos de centros nocturnos que hay en el país, mil 200 corresponden a “table dance”, es decir, únicamente corresponden a 8% del total de negocios como antros, bares y hoteles.
No son giros negros
Aunque algunas autoridades los han señalado como giros negros, estos no necesariamente lo son, ya que cuentan con uso de suelo que opera bajo condiciones legales y permisos concedidos por los mismos gobiernos, comentó Rivera Cruces.
El presidente de la asociación señaló que la industria está fracturada en gran medida por la “satanización” que han tenido estos centros nocturnos, que en ocasiones son vistos como sitios de tratas de blancas aunque no lleven a cabo estas actividades.
“Está muy lejos de esas cosas. Las chicas que trabajan ahí son completamente libres; entran a trabajar a una hora y salen a otra. Realmente no es la gente la que se queja de los table dance”, precisó Ismael durante la entrevista.
Medidas alternativas
Entre las nuevas formas de deporte que han salido a la luz se encuentra el “Pole Dance” que simula las actividades que llevan a cabo las mujeres que se dedican a los centros de baile nocturnos. “Es algo normal, no está mal la percepción en ello”, culminó Rivera.
(IGNACIO GÓMEZ | MÁS POR MÁS)